Severo Rivera
Santo Domingo. Conocí a Vidal Cedeño en la década de los años 90. Fue mi amigo Juan Cruz Triffolio que me lo presentó y en esa ocasión nos invitó a un concierto en el que participaron un grupo de artistas dominicanos en un parque de Manhattan. A partir de ahí establecimos un vínculo, le dimos seguimiento a las actividades que desde Nueva York comenzaba a desarrollar a favor de la difusión de la cultura en esa ciudad.
El tiempo ha pasado y veinte años después Vidal Cedeño ganó fama como un empresario serio. Enfocó su carrera como empresario artístico y se consolidó como un gran promotor de la música popular dominicana y años más tarde de los mejores exponentes del humor, de los locutores dominicanos radicados en la urbe, así como de gente de la televisión criolla que logró incidencia en esa plaza.
Nunca he visto a Vidal Cedeño involucrado en escándalos. Como todo joven de origen humilde que emigró a Estados Unidos a conquistar el sueño americano apostó a su sueño y al final lo logró sin tener que involucrarse en el negocios sucios. Lo que se ha ganado ha sido producto de su trabajo, sin lavar dinero, ni tener alianzas con gente del bajo mundo. Ese es Vidal Cedeño, un hombre logró imponerse con su trabajo.
Hablamos de Vidal Cedeño debido a que en las últimas semanas ha sido objeto de campañas despiadadas de ciertos personajes que a través de las redes sociales se han dedicado a la tarea de denostarlo a propósito de la organización de una serie de concierto que tendrán a partir del próximo fin de semana de la merenguera típica Fefita la Grande.
Solo bastó que Vidal Cedeño lograra lo que otros no pudieron: El perdón por parte de las autoridades norteamericana a Fefita la Grande para que volviera a pisar suelo norteamericano trece años después. Desde que salió la noticia, comenzó una campaña mediática sin fundamento que tuvo su génesis entre faranduleros de Nueva York para hacer abortar las presentaciones. Esos personajes, que en su mayoría escriben por encargo no han parado y han llegado a decir que Cedeño ha sido demandado para que responda por los daños que supuestamente habría infringido Fefita y él contra quienes reclaman derechos de la artista en ese territorio. Pero todo ha sido una farsa, porque nada tiene sustentación. Sin embargo y como no han podido demostrar nada, han tenido como aliados a las redes sociales para reforzar una campaña que busca dañar no solo a Vidal Cedeño, sino a una persona que como Fefita la Grande procura hacer el sueño de volver a una ciudad que quiere.
Este miércoles, Vidal Cedeño envió un comunicado informando que la celebración del 50 aniversario en la escena que haría Fefita en el Teatro United Palace fue pospuesto para el 11 de octubre y que tendrá como escenario al Teatro de Madison Square Garden. Eso fue suficiente para que desaprensivos dijeran que la decisión guardaba relación con un proceso legal, lo cual negó Cedeño.
Según una nota que nos remitió, el show se movió de lugar para poder tener un mejor escenario que facilitaría una propuesta superior, pues allí estarán otros artistas que por sus compromisos no podían actuar este 29 de agosto en el Teatro United Palace.
Vidal Cedeño y Fefita la Grande tienen una trayectoria de éxito. Son humanos y consecuentemente han construido sus vidas con los errores, así como las virtudes. Ni Fefita ni Vidal se merecen los ataques despiadados de gente que se siente fracasado del éxito ajeno y que acciona según el valor de la moneda que reciben.
El público de Nueva York tiene una oportunidad de respaldar a Fefita la Grande en este regreso y en esta celebración de sus 50 años en la escena. Si existiera un conflicto legal, asumo que se resolverá en los tribunales.
