La organización del congreso de la lengua
Lima- Los organizadores del IX Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), que tenía previsto celebrarse en la ciudad peruana de Arequipa en marzo próximo, consideran probable que se realice fuera del país andino debido a la crisis que vive, confirmaron a EFE este miércoles fuentes conocedoras del caso. Dichas fuentes explicaron que todavía están dialogando las diferentes autoridades involucradas en el posible cambio para anunciar próximamente de manera oficial el traslado.
Posteriormente, la Cancillería peruana explicó en un escueto comunicado, en «relación a las notas periodísticas relativas al IX Congreso Internacional de la Lengua Española», que «se están realizando las consultas del caso entre las entidades encargadas de su organización, con el objetivo de acordar, en las actuales circunstancias, la mejor manera de llevar adelante su realización».
«Oportunamente se informará a la opinión pública en cuanto las referidas consultas hayan concluido», agregó. Este martes, el director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua (ASALE), Santiago Muñoz Machado, todavía consideraba que, salvo circunstancias de «inestabilidad política», se mantenía Arequipa como sede del CILE.
El congreso está convocado por el Gobierno de Perú y va adelante, y no hay razón por la que no se puede celebrar, salvo circunstancias de inestabilidad política, según el director de la RAE, aunque reconoció que la situación del país suramericano es delicada.
El programa del congreso está preparado, informó el director, aunque reconoció: «No sabemos qué puede pasar» desde ahora hasta marzo.
Sin embargo, España ofreció la ciudad de Cádiz (sur) como sede compartida a la de Arequipa (Perú) para celebrar el IX CILE, previsto para finales de marzo del próximo año, ante la situación que vive el país andino, informaron a EFE fuentes de la organización.
Perú vive una crisis que se desató el pasado 7 de diciembre, cuando el entonces presidente Pedro Castillo anunció que dictaba el cierre del Congreso, la conformación de un ejecutivo de emergencia que iba a gobernar por decreto, la reorganización del sistema de justicia y la convocatoria de una asamblea constituyente.
Tras esa declaración, que ha sido interpretada mayoritariamente como un intento de autogolpe de Estado, los parlamentarios se encerraron en el Congreso y votaron su destitución.
Uno de los primeros en denunciar que Castillo estaba dando un golpe de Estado y pedir ayuda internacional fue el entonces canciller, César Landa, una de las personas que participó en la presentación del CILE el pasado 10 de noviembre en Arequipa, junto a Muñoz Machado y el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.
Desde el 11 de diciembre, las protestas tras el fallido autogolpe entraron en una espiral de violencia en cuya represión han fallecido 27 personas, al menos dos de ellas en la región de Arequipa.
