Naciones Unidas.- Rusia dejó claro este viernes en la ONU que se opone a prorrogar el suministro de ayuda humanitaria desde Turquía al último bastión opositor del norte de Siria, un mecanismo que en los últimos años ya ha sufrido recortes muy importantes y que expira el próximo julio.
Moscú ya abogó en los últimos años por cerrar esta operación gestionada por Naciones Unidas, pero a última hora siempre terminó por aceptar un compromiso para mantenerlo abierto, aunque cada vez con más limitaciones.
Hoy, el embajador adjunto ruso, Dmitry Polyanskiy, aseguró durante una reunión del Consejo de Seguridad que su país —que tiene poder de veto— no ve «razones para preservar el mecanismo transfronterizo».
El Gobierno ruso considera que esta asistencia internacional beneficia a grupos terroristas presentes en la provincia siria de Idlib e insiste en que toda la ayuda debería canalizarse desde Damasco, con convoyes que crucen las líneas de un frente militar que lleva años sin moverse.
Cuando el año pasado aceptó a última hora renovar el mecanismo, Moscú insistió en que quería ver avances en la entrada de ayuda a Idlib desde el interior de Siria, pero hoy Polyasnkiy consideró que la situación prácticamente no ha cambiado.
Pese a que en los últimos meses han llegado al noroeste sirio algunos convoyes internos, la ONU insiste en que esa ayuda no es suficiente y asegura que la vida de millones de personas depende de que se mantenga abierto el paso de Bab al Hawa, en la frontera turca.
Rusia denunció hoy que si la entrega de asistencia desde Damasco no ha mejorado es por culpa únicamente de los «terroristas» de Idlib, que la sabotean, y de las potencias occidentales, que prefieren hacer la vista gorda y mantener el actual statu quo para no dar legitimidad al Gobierno de Bachar al Asad, su aliado y al que ha respaldado militarmente en la guerra.
La postura rusa, que choca totalmente con la de Occidente, amenaza con desencadenar un nuevo choque en el Consejo de Seguridad, pues Estados Unidos ha convertido la renovación del mecanismo de ayuda transfronteriza en una de sus prioridades.
«Este año, urgimos al Consejo de Seguridad a no solo renovar el mandato (…), sino a aumentar el número de cruces fronterizos para responder a las crecientes demandas de ayuda humanitaria en Siria», dijo hoy la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield.
La diplomática, que recientemente visitó la frontera turco-siria, anunció que tiene previsto volver a la zona en las próximas semanas para mantener encuentros y ver la situación sobre el terreno.
