Roma,- El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, que el pasado sábado renunció a aspirar a la jefatura del Estado, permanece desde hace varios días hospitalizado en Milán (norte) debido a una infección, aunque su estado de salud no es grave, revelan hoy medios locales.
Berlusconi, de 85 años y con problemas de salud desde hace tiempo, ingresó el domingo en el hospital milanés de San Rafael para someterse a unas pruebas médicas rutinarias, según fuentes de su formación, la conservadora Forza Italia (FI), pero seguirá ingresado unos días más debido a una infección, afirma el Corriere della Sera.
Aunque «está bastante bien» respecto a su estado salud, se encuentra «triste, deprimido, alternando la rabia con el desaliento», afirman fuentes próximas al magnate debido a la decepción sufrida por tener que abandonar la carrera para la presidencia de la República.
El exmandatario apenas responde al teléfono y ha recibido muy pocas visitas, sólo de personas muy cercanas a él, como su hija Marina, que este martes fue a verle dos veces, así como Fedele Confalonieri, presidente del grupo Mediaset, propiedad de Berlusconi; y el senador de FI y su exabogado Niccolò Ghedini, según el diario.
Acompañado de su novia, la diputada de FI Marta Fascina, de 31 años, Berlusconi recibió la llamada de su «número dos», Antonio Tajani, quien le explicó cómo se encuentra la situación sobre el proceso de elección del próximo jefe de Estado en Roma, donde el Parlamento celebrará hoy la tercera votación y en la que se prevé que tampoco se alcance un acuerdo.
Las negociaciones para consensuar un nombre que consiga aglutinar una mayoría están en punto muerto, aunque los medios apuntan a que una de sus más cercanas colaboradoras, la presidenta del Senado, Maria Elisabetta Casellati, podría ser la propuesta de la coalición de derechas formada por FI y los ultraderechistas Liga y Hermanos de Italia.
Berlusconi, con un marcapasos desde el 2006, arrastra problemas de salud desde hace tiempo y en 2020 fue ingresado con coronavirus y una neumonía bilateral en el San Rafael, si bien fue dado de alta unos días después, aunque desde entonces ha pasado en repetidas ocasiones por el hospital.