Moscú.- Este domingo se cumplen 35 días desde la llegada de cerca de dos mil migrantes irregulares a la frontera bielorruso-polaca con el objetivo de entrar en la Unión Europea, lo que dio inicio a una nueva crisis en las relaciones entre Minsk y Bruselas.
La agencia estatal bielorrusa BELTA difundió hoy nuevas imágenes de la nave industrial de Bruzgui, cerca de la frontera, que se ha convertido en un refugio temporal para los migrantes desde mediados de noviembre.
En las fotografías se puede ver a los migrantes con ayuda humanitaria suministrada por la Cruz Roja, cuyos empleados se acercan a Bruzgui dos veces al día.
La víspera, una portavoz de la oficina bielorrusa de la Cruz Roja dijo a Efe que actualmente en el improvisado centro de acogida se encuentran cerca de 1.000 personas, entre ellas unos 150 niños.
La nave industrial cuenta con un punto de vacunación y una cocina de campaña, agregó.
«Desde el 30 de noviembre en el centro funciona también un puesto médico abierto las 24 horas del día», precisó la Cruz Roja.
Según las autoridades bielorrusas, a mediados de noviembre en el país se encontraban cerca de 7.000 migrantes indocumentados, 2.000 de ellos en la frontera con Polonia.
Desde entonces, más de 3.500 de ellos volvieron a sus países de origen, principalmente Irak, en una decena de vuelos de repatriación.
Esta semana, los países de la UE constataron una desescalada de la presión creada en la frontera con Bielorrusia, al tiempo que se comprometieron a seguir vigilantes.
«Creo que la crisis está de momento superada», dijo al comentar la situación el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell.
