Panamá.- Las autoridades de Panamá informaron este viernes de 4 muertes más que elevaron a 41 las defunciones por la COVID-19, y de 198 nuevos contagios confirmados para llegar a 1.673 casos acumulados en el país.
Se encuentran en aislamiento domiciliario por tener síntomas leves 1.406 pacientes mientras 213 están hospitalizados, de los que 141 están en sala con cuadros moderados y 72 en cuidados intensivos.
Otras cuatro personas se han recuperado de la enfermedad, para un total de 13 restablecidos, entre los que hay 3 personas mayores de 50 años y un bebé de 6 meses, según se detalló en la rueda de prensa de actualización de cifras.
Se han realizado 8.694 pruebas de detección de contagio por la COVID-19, de las que el 19,2 % ha resultado positivas. Solo en las últimas 24 horas se tomaron 753 nuevas muestras.
En cuanto a las muertes, la directora de Epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa), Lourdes Moreno, indicó que en los mayores de 60 años es el segmento en que se tienen el mayor número de defunciones con un 68 %.
Las autoridades insistieron en que la población debe colaborar con la cuarentena obligatoria quedándose en casa como medida eficaz para contener la expansión del virus, pero lamentaron que no está ocurriendo así pues en las últimas 24 horas la Fuerza Pública (FP) retuvo a 536 personas por violar las medidas establecidas.
En la rueda de prensa el experto y epidemiólogo Rodrigo De Antonio presentó unas proyecciones sobre la curva de comportamiento de la COVID-19, destacando que si Panamá no hubiera actuado con tiempo, como lo hizo, el pasado 2 de abril se hubiera tenido un escenario con un aproximado de 3.000 casos de contagio confirmados.
La preocupación de las funcionarios de salud panameños radica en que las salas de cuidados intensivos se están comenzando a copar en cuanto a las camas.
Hace tres semanas Panamá estableció medidas de distanciamiento social para frenar la propagación de laCOVID-19, e instauró el 25 de marzo una cuarentena nacional indefinida que fue reforzada desde miércoles con más restricciones, basadas en el sexo de la población, a la ya limitada movilidad.
