Santo Domingo.- El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) y el Ministerio de Defensa de la República Dominicana, junto con el Comando Sur de EE.UU. llevaron a cabo este viernes un simulacro de emergencia simultáneo por terremoto de gran magnitud en varias instituciones del Gran Santo Domingo.
Estos ejercicios simultáneos de simulación, denominados Fuerzas Aliadas Humanitarias 2019 Fahum, tienen como objetivo poner a prueba los procedimientos civiles y militares de respuesta a emergencias y desastres que podrían afectar al país.
La isla La Española, que la República Dominicana comparte con Haití, está ubicada en una zona de gran actividad sísmica causada por un sistema de 14 fallas geológicas activas que atraviesan casi todo el territorio firme y algunas zonas marinas próximas a su territorio.
En este sentido, el director del COE, Juan Manuel Méndez, señaló que el país está bajo la interacción de cinco placas tectónicas «y en cualquier momento puede ocurrir un sismo de gran magnitud», es decir, superior a los 7 grados de magnitud, como el que se trataba de emular en esta jornada (7,4) a las 10.00 de la mañana.
El propósito de este simulacro es practicar el protocolo a seguir en caso de terremoto, «sobre todo de evacuación», dijo Méndez en declaraciones a la prensa durante el ejercicio realizado en la sede del COE, y que también se ha llevado a cabo en ministerios, colegios y entidades bancarias, entre otras instituciones públicas y privadas.
«La preocupación del presidente de la República, Danilo Medina, es que la población se prepare y se eduque, pero, sobre todo, que las entidades que forman parte del COE cuenten con un plan» y que lo ejerciten, porque «debe haber simulaciones y simulacros que nos permitan ver nuestras fortalezas y debilidades», indicó Méndez.
Saber qué hacer antes, durante y después del fenómeno es primordial para salvar vidas y evitar lesionados, apuntó.
El episodio telúrico significativo más reciente en la República Dominicana se produjo en la mañana del 2 de mayo, cuando se registró un sismo de 4,6 grados de magnitud en el mar Caribe, a 51 kilómetros al sur de San Pedro de Macorís (sur), y a una profundidad de 87,3 kilómetros.
Previamente, en febrero, un terremoto de magnitud 5,3 con epicentro en el mar Caribe, 135 kilómetros al sureste del polo turístico de Punta Cana, pudo sentirse en buena parte del país y generó una alarma importante entre la población.
La sacudida llevó nuevamente a analizar la vulnerabilidad del país frente a eventos sísmicos, dado que muchas construcciones presentan deficiencias para resistir un temblor fuerte y buena parte de la población carece de conocimientos sobre cómo actuar en caso de producirse un evento sísmico.
Previamente, el 23 de septiembre de 2018 un sismo de magnitud 5,1 con epicentro a 12,9 kilómetros de Villa Vásquez, en Montecristi (noroeste), y que se sintió en el norte y el noreste dominicano, causó daños a un hospital y a diez escuelas de la zona. EFE
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