Por Víctor Cheburashkin
La Voz de Rusia. Ucrania está al borde de la guerra civil a consecuencia de los errores cometidos por Occidente al gestionar la crisis política en esa república ex soviética de Europa Oriental.
El profesor universitario y el analista político español Ricardo Ruiz de la Serna, a quien La Voz de Rusia pidió comentar la crisis ucraniana, compartió con nosotros sus opiniones.
«El primer error consistió en apoyar a los más radicales frente a los más moderados», expresó el experto, refiriéndose al mes de noviembre, cuando se desataron las protestas antigubernamentales en Kiev, capital ucraniana.
«Apoyaron al sector más duro, al sector más radical. Creo que esto se tornó todavía más grave cuando se sacaron los símbolos y los retratos de los nacionalistas ucranianos, especialemte de aquellos que colaboraron con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial», afirmó el profesor. «Lo que era una manifestación europeísta se fue convirtiendo en una concentración nacionalista. Y esto sembró el miedo en en el resto de la población», apuntó.
Según el experto, tras la caída del Gobierno de Yanukóvich, las nuevas aurtoridades de Kiev comenzaron a tomar medidas que preocuparon a la población de los ucranianos rusoparlantes en Crimea. “Occidente alentó un movimiento nacionalista. Y entonces los crimeos rompieron con el Gobierno de Kiev y después solicitaran la incorporación a la Feferación de Rusia», explicó.
El analista está convencido de que Occidente «podría haber tenido un papel bastante más constructivo». «Creo que en el futuro se verá cómo lo que inicialmente parecía gestos políticos de apoyo a los demócratas, terminó convirtiéndose en una crisis política que de descontroló y se fue de las manos», dijo Ricardo Ruiz de la Serna.
Otro error grave de Occidente fue subestimar la capacidad de Moscú de responder a uno u otro acontecimiento, concluyó el experto. Según el profesor, durante los últimos años Rusia ha logrado varias iniciativas significativas, en particular, la construcción de un frente diplomático y la búsqueda de alianzas que, por ejemplo, lograron salvar a uno de los aliados estratégicos de Rusia en Oriente Medio, Bashar Asad.
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