Los Ángeles (EEUU), (EFE).- Javier Recio, director de «La dama y la muerte», corto animado candidato al Óscar, y Antonio Banderas, coproductor, se muestran tranquilos e impasibles ante la cercanía de la gran gala del cine, pero sus emociones se disparan si se imaginan ganadores: «Nos emborracharemos», dijeron a Efe.
A tres días para la ceremonia, Recio, un granadino de 28 años, no está nervioso a pesar de ser un novato en estas lides. Desde que aterrizó en Los Ángeles no ha dejado de mostrar su trabajo «por todos los estudios habidos y por haber», pero ya entrevé lo que se le avecina.
«Empezaré a estarlo cuando vaya con Antonio y Melanie (Griffith, esposa del malagueño) por la alfombra roja y vea todos los flashes y todo aquello que ya he visto desde el otro lado», comentó Recio.
No se hace ilusiones, pero ya sabe qué pasará si el domingo dicen su nombre sobre el escenario del teatro Kodak.
«Nos vamos a emborrachar, ¿no?», le pregunta Banderas, acomodado en un sillón de su residencia en Los Ángeles, donde recibe a Efe.
«Me temo que sí», replica el director. «Y no dormir nada porque al día siguiente me voy por la mañana, así que ‘empalmaré’ borracho y me iré en el avión si me dejan pasar por la aduana», añadió entre risas.
Banderas, quien actúa como padrino del joven en Hollywood, sabe que la nominación «es ya una satisfacción enorme». «El trabajo está ahí y podemos ir con la cabeza muy alta. No pretendemos nada; el ‘no’ ya lo tenemos y ahora, que sea lo que Dios quiera», manifestó el actor, de 49 años.
«La dama y la muerte» es un trabajo de la productora Kandor Moon, compuesta por la granadina Kandor Graphics y la malagueña Green Moon Productions, de Banderas, cuya pasión por la animación nació con su trabajo en la saga «Shrek».
«Allí conocí un mundo que no pensaba tocar en EEUU, porque yo llegué aquí sin hablar la lengua, y hacer un papel sólo con mi voz era algo impensable», declaró el actor, quien se asoció con Raúl García, de Kandor Graphics, para dar vida a la productora.
«Se presentó en esta casa con una carpeta llena de dibujos y me convenció, creí en aquello y ahora queremos que este ‘monstruito’ siga creciendo», explicó.
De erigirse «La dama y la muerte» en la ganadora en su categoría, supondría el primer Óscar para Banderas, pero el malagueño sólo piensa en la repercusión que tendría para Kandor Moon.
«Para una compañía como nosotros, todavía pequeñita, y digo todavía porque tengo una fe terrible en ella, estar aquí ya es muy importante», manifestó.
El actor recordó que la empresa está compuesta por gente joven andaluza y que hay planes para aumentar la plantilla, de los 80 empleados actuales a 150. «Es un orgullo ver que desde nuestra tierra se puede llegar tan lejos», dijo Banderas.
Precisamente la familia y amigos de Recio en Granada están viviendo la situación con la máxima ilusión. «Están locos, súper ilusionados. Ha venido mucha gente del estudio, con sus vacaciones y sus ahorros, para disfrutar como puedan. Estarán en la sala de un hotel y después nos reuniremos para celebrar pase lo que pase», añadió.
Además Banderas consideró que su compatriota Penélope Cruz, candidata como mejor actriz de reparto, «lo tiene un poquito más difícil» que el año pasado, y dio como favorita a Mo’Nique («Precious»).
Ahora deja en manos de la providencia lo que ocurra el domingo, y además sin mala conciencia porque, como miembro de la Academia de Hollywood, tuvo la oportunidad de votar por su propia obra y no pudo.
«Había que asistir a los pases en Los Ángeles y no pude. Eso me libera mucho más en caso de que ganemos», afirmó.
En cualquier caso ambos celebran el éxito de su trabajo, desean que éste sea «el primero de muchos» cortos animados españoles en ser candidatos al Óscar y que este éxito posibilite el salto de Recio a la dirección de largometrajes.
Banderas está seguro de ello: «Es nuestro Ronaldo, quieren quitárnoslo», bromeó. Por ahora seguirá a su vera y estará junto a él cuando llegue el gran momento.
«Si ganamos saltaré de alegría y si no, tendré una sonrisa igual de amplia porque tenemos mucho futuro por delante», concluyó.
