Miami, (EFE).- El director español Lino Escalera, que asistió hoy al estreno en Estados Unidos de su primer largometraje, el premiado «No sé decir adiós», hizo votos para que con la participación del sector privado se pueda crear un «escenario más propicio» para la industria del cine en España.
«España está a la cola de Europa en inversión pública en el cine», subrayó en un coloquio celebrado en el cine Tower de Miami al termino de la proyección de «No sé decir adiós», película ganadora de cinco premios en el festival de Cine de Málaga.
Juan Diego, María Dueñas y Nathalie Poza protagonizan este drama contenido acerca de las relaciones y comunicaciones familiares.
Escalera, nacido en Madrid hace 42 años, demoró ocho años en hacer realidad su primer largometraje, debido a las dificultades para encontrar financiación, según dijo hoy a Efe.
La película se presentó hoy en el Festival Gems 2017 de Miami, el «hermano menor» del Festival Internacional de Cine de esta ciudad, que se celebra anualmente en el mes de marzo y es organizado por el Miami Dade College.
La idea de «No sé decir adiós» partió de una imagen que Escalera tenía en la cabeza y resumió así a los espectadores que asistieron a a su estreno en Estados Unidos: «un padre y una hija, ambos enfermos, hacen un viaje en automóvil huyendo de la muerte».
En unas declaraciones a Efe el director madrileño, que estudió cine en Nueva York y Cuba y es autor de varios cortos, el último de ellos titulado «Australia», además de numerosos avisos publicitarios, señaló que las dificultades para sacar adelante «No sé decir adiós» no le han quitado las ganas de seguir haciendo películas.
Ya tiene dos guiones en desarrollo, uno muy adelantado y otro todavía en la génesis, dice.
En el avanzado ha vuelto a confiar en Pablo Remón para el guión y ahora cuenta también con Daniel Remón, hermano del primero. Espera empezar con la financiación el año que viene.
Sin dar pistas sobre el argumento, Escalera indicó que le gusta «tener profundidad de personajes», «bucear de manera profunda en ellos», y asevera que sí puede dar rienda suelta a esa pasión, es capaz de trabajar en cualquier genero.
El cineasta agregó que si «No sé decir adiós» se pudo hacer fue porque actores, director y el equipo en general se «bajaron el caché» y encontraron un productor valiente.
En la situación actual las películas como «No sé decir adiós» en España, que son de presupuesto medio (poco mas de un millón de euros) tenderán a desaparecer si no hay ayuda.
Para él, esa ayuda no tiene por qué ser solo oficial, los profesionales del cine deben aunar fuerzas para que el cine español pueda no solo hacer grandes películas, sino crear riqueza y trabajo. EFE
