Seúl, (EFE).- El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha recibido un coche de fabricación rusa de manos de Vladímir Putin, según informó hoy la agencia estatal KCNA, en lo que supone una nueva muestra del acercamiento entre Pionyang y Moscú que podría implicar a su vez otra violación de sanciones de la ONU.
«Kim Jong Un, presidente de Asuntos Estatales de la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) recibió a modo de presente un coche fabricado en Rusia para su uso personal por parte de Vladimir Vladimirovich Putin, presidente de la Federación Rusa», explica el breve texto de KCNA.
El regalo fue entregado por parte rusa el pasado 18 de febrero a Pak Jong-chon, uno de los miembros del Presidium del Politburó, y a Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano y vicedirectora del departamento de Propaganda y Agitación del Comité Central del partido.
Kim Yo-jong transmitió a la parte rusa el agradecimiento de su hermano y dijo que el regalo «es una clara demostración de la relación cercana y especial entre los líderes de ambos países y el mejor de los presentes».
El artículo de KCNA no aporta fotos ni más detalles sobre el modelo de coche recibido por Kim, que en caso de ser un vehículo de lujo podría vulnerar las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU impuestas sobre Corea del Norte, que impiden el intercambio de este tipo de bienes con el régimen.
Durante la cumbre que ambos líderes celebraron el pasado septiembre en la región de Amur, Putin le mostró a Kim su limusina presidencial de fabricación rusa Aurus Senat.
Ese encuentro sirvió para cimentar el actual acercamiento y para sellar acuerdos de cooperación e intercambio en el terreno militar por los cuales Pionyang ha transferido a Moscú misiles balísticos y miles de rondas de artillería que el ejército ruso ha usado para atacar Ucrania.
Se cree además que Corea del Norte recibió asesoría rusa para lograr poner en órbita con éxito su primer satélite espía, lanzado a finales del pasado noviembre.
Tras el fracaso de las negociaciones sobre desnuclearización con Washington en 2019, Pionyang ha rechazado retomar el diálogo y ha aprobado un plan de modernización armamentístico que implica la realización de infinidad de pruebas de misiles, además de buscar un mayor acercamiento con Pekín y especialmente Moscú.