Las Vegas (EEUU), (EFE).- Tras su primera puesta en escena en Las Vegas (EE.UU.), el NBA In-Season Tournament, el primer experimento de la NBA con el formato de copa, puede calificarse como un éxito para todos los implicados: jugadores, aficionados y la ciudad.
La deuda moral que mantiene la NBA con la capital del entretenimiento ha comenzado a saldarse. Quizás no lo haga del todo hasta que no aterrice en ella uno de los equipos de expansión, pero por el momento esta fórmula funciona.
La gran preocupación, que podría ser el ambiente, ha pasado a ser uno de los valores de esta primera edición del torneo. Allá por donde sea pasea uno por el Strip de Las Vegas, sabe que esta semana se reúnen aquí las grandes estrellas del baloncesto norteamericano.
El público es mayoritariamente local, pero también acudieron aficionados de la NBA de distintos puntos del país, que probablemente compraron sus entradas y reservaron sus hoteles sin saber qué equipos se clasificarían.
Gradas amarillas, un pedazo de Los Ángeles en Las Vegas
El ambiente de la grada en los momentos previos a la primera semifinal (Bucks-Pacers) fue poco ilusionante, con prácticamente todos los asientos del T-Mobile Arena vacíos. Pero la respuesta llegó por parte de los aficionados justo antes del salto inicial: evidentemente la capital de Nevada ofrecía ‘otros alicientes’ fuera del recinto que les retuvieron.
Finalmente se contabilizó algo más de media entrada para ese duelo: Indianápolis y Milwaukee quedan demasiado lejos como para mover masas desde estas ciudades hasta Las Vegas y con tan poco margen de tiempo.
El escenario cambió radicalmente para el segundo turno, porque si hay una garantía en el básket norteamericano es que los Lakers llenan pabellones, jueguen donde jueguen y estén como estén. Además, la posibilidad de ver a LeBron James ganando un nuevo título convierte este NBA In-Season Tournament en algo más atractivo.
Miles de aficionados condujeron desde Los Ángeles esos 430 kilómetros que les separan de la ciudad del pecado, a los que hubo que sumar a la enorme cantidad de seguidores que residen en Nevada o en estados colindantes.
Los precios no eran precisamente asequibles, como sucede últimamente en cualquiera de los grandes eventos deportivos que se organizan en Las Vegas. Para asistir a este torneo la entrada más barata rondaba los 200 dólares, con un paquete VIP como el más caro por 6.554 dólares.
Destacaba respecto al resto de la grada una zona especial en uno de los fondos, con sillones y cátering constante mientras se disfrutaba del espectáculo. La propia NBA se encargó de poner sabor también en las primeras filas invitando a leyendas como Shaquille O’Neal, Gary Payton, Julius Erving, LaMarcus Aldridge, Robert Horry o Carlos Boozer.
Fiesta en el exterior y prensa implicada
La NBA ha querido que esta fiesta del baloncesto cale en la ciudad de los casinos. Por eso instalaron pantallas gigantes en los exteriores, como actividades alternativas para seguir el partido por supuesto previo pago de una entrada. Facturar es parte del negocio.
Allí mismo se instalaron también los sets de ESPN y TNT, los dos canales que ofrecieron en televisión nacional ambas semifinales. El gran ambiente vivido a las faldas del pabellón ayudó a ambientar una programación histórica.
Por primera vez, dos canales rivales unieron fuerzas en sus contenidos y se pudo ver a talentos de ESPN participando en el programa de TNT y viceversa. Así, se produjo un escenario que muchos aficionados degustaron como escuchar discusiones y vaciles entre Stephen A. Smith y Charles Barkley.
La convocatoria de medios de comunicación fue además muy completa, al nivel de cualquier All-Star o de las Finales. Prácticamente todos los ‘partners’ internacionales de retransmisiones estuvieron físicamente en el T-Mobile Arena: España, Brasil, Italia, Latinoamérica…
Oberto y Las Vegas como enclave estratégico
El argentino Fabricio Oberto, campeón de la NBA con los San Antonio Spurs, es parte de la transmisión televisiva que se sirve a América Latina y su opinión respalda el éxito de este nuevo torneo.
«Para mi es un gran acierto, esta copa tendría que haber estado de antes. Hay muchos equipos a los que les cuesta mucho llegar al campeonato, pero con esto, a una noche, lo puedes ganar, no es a siete partidos», dijo en declaraciones a la Agencia EFE.
«La gente y los jugadores lo han aprobado, ha generado incluso en ‘merchandising’ otra línea más. Ahora hay que mejorarlo, ajustar un par de cositas en el sistema de competición, pero es un éxito porque es un producto que puedes organizar en cualquier lugar, incluso fuera de Estados Unidos», agregó.
Y que se elija Las Vegas para organizarlo lo contempla como un acierto absoluto.
«Es un destino recurrente para ellos. Me parece que es un lugar con mucha afición, una ciudad de buen clima con muchas opciones de restaurantes y de hoteles. Esto es venir a ver un ‘show’, Las Vegas está lleno de espectáculos y compite con un montón de cosas, es uno más junto a David Copperfield», cerró.