Redacción Internacional, El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, afirmó este miércoles que “esto de quitarse el velo se va a acabar definitivamente”, en medio de una campaña de represión para que las mujeres vuelvan a usar esta prenda, en desuso desde la muerte en septiembre de Mahsa Amini.
“Esto de quitarse el velo se va a acabar definitivamente”, dijo el mandatario en un discurso en una ceremonia oficial para recordar a militares iraníes muertos en Siria. Raisí afirmó que las mujeres que no usan el velo son “unas inconscientes” a las que hay que “concienciar” para que se cubran de nuevo. “Hay que hacer frente a ese pequeño número de personas que actúan de manera organizada y anormal con ciertos fines”, dijo el presidente.
ESCALADA PARA REIMPONER EL VELO
Las palabras de Raisí llegan en plena escalada para reimponer el uso del velo con la vuelta a las calles del país de la temida policía de la moral desde mediados de julio y castigos como limpiar cadáveres o fregar edificios públicos.
EFE pudo observar como en plazas y en grandes cruces mujeres ataviadas con el tradicional chador, prenda negra que cubre todo el cuerpo, advertían a las mujeres que no iban tapadas con velo de que se cubriesen.
A las mujeres con chador las acompañaban un coche policía y dos agentes. Muchas de las jóvenes hicieron caso omiso a las advertencias de las autoridades.
La seguridad del país está usando también las matrículas de los coches para identificar a mujeres sin velo, que reciben avisos por mensajes de texto advirtiéndoles de que sus vehículos podrían ser confiscados tras haber sido captadas por las cámaras sin el hiyab, según Amnistía Internacional (AI).
Además, innumerables mujeres han sido suspendidas o expulsadas de las universidades, se les ha prohibido presentarse a los exámenes y se les ha negado el acceso a servicios bancarios y transporte público, mientras que cientos de empresas han sido cerradas a la fuerza por no aplicar el velo obligatorio, de acuerdo con AI.
Muchas mujeres iraníes han dejado de usar el obligatorio velo islámico como forma de protesta y desobediencia civil desde la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini tras ser detenida precisamente por llevar mal puesto el hiyab.