Bangkok,- Los desplazados debido al conflicto y la represión tras el golpe militar de 2021 en Birmania (Myanmar) ha superado los 500.000, lo que eleva el total en el país a 873.000, informó el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En un informe, el ACNUR señaló además que unas 48.000 personas han buscado refugio fuera del país desde el golpe de Estado de febrero de 2021, lo que eleva a 980.000 el número de refugiados y solicitantes de asilo birmanos en países vecinos.
La región con más desplazados desde el levantamiento militar es Sagaing, con 171.000 personas, seguida del estado Kayah (93.800), Kayin (68.900), Shan (56.300), la región de Magway (42.300) y el estado Chin (33.200).
El ACNUR indicó que la falta de alojamiento, alimentos y agua ha obligado a algunos desplazados a volver a sus localidades en el sur del estado Shan (noreste) y Kayah (sureste), aunque «dado el conflicto aún en curso, se puede anticipar que vuelvan a desplazarse otra vez».
La agencia afirmó que unas 100 propiedades fueron incendiadas en Kayah, lo que la oposición democrática atribuye a las fuerzas de la junta militar, mientras que los desplazados en Chin (oeste) y en otros estados tienen urgente necesidad de alimentos y medicinas.
Agregó que en el estado Rakáin (oeste) miles de apátridas, en referencia a la minoría rohinyá, continúan sin libertad de movimiento, lo que limita su acceso a los servicios sanitarios, con brotes de diarrea en los campos de desplazados en Sittwe.
Los rohinyá, en su mayoría musulmanes, han sido discriminados desde hace décadas y han sufrido campañas de limpieza étnica por parte del Ejército en 2016 y 2017 que están siendo investigadas por supuestos delitos de lesa humanidad y genocidio por los tribunales internacionales.
Los militares birmanos, liderados por Min Aung Hlaing, tomaron el poder el 1 de febrero de 2021 bajo el pretexto de un supuesto fraude electoral en las elecciones de noviembre de 2021, en las que arrasó el partido de la líder depuesta Aung San Suu Kyi, con el aval de los observadores locales e internacionales.
En su represión, las fuerzas de la junta militar han causado más de 1.600 muertos y detenido a 12.600 personas, de las que 9.571 continúan bajo arresto, incluida Suu Kyi, condenada a seis años de cárcel en algunos de los múltiples procesos que tiene abiertos.
