Alguien en Venecia quiere casarse con el político gay más famoso de Italia

Venecia (Italia), (EFE).- El político gay más famoso de Italia también es protagonista en el 67 Festival Internacional de Cine de Venecia, pues una de las cintas en cartel lleva toda una declaración de amor -o al menos de intenciones- hacia su persona: «Me casaré con Nichi Vendola».
El corto «Sposerò Nichi Vendola», de 18 minutos de duración y obra del joven cineasta italiano Andrea Costantino, no se proyectará hasta el próximo lunes en la Ciudad de los Canales, pero su autor, recién desembarcado en la «Mostra», adelantó hoy a Efe algunas claves de una obra sobre la crisis económica y social en Italia.
«El título es una pequeña provocación, para subrayar esta inesperada victoria de Nichi Vendola en (las elecciones regionales de la región de Apulia de) 2005, después confirmada este año, que lleva inherente el deseo de la gente de algo distinto o, en cualquier caso, de tener un guía», afirma Costantino.
«Pero esto no es una lectura que me corresponde a mí, sino que he intentado hacer una instantánea de lo que sucedió a través de una ficción. No es un filme político, ni un documental. He intentado contar la reacción de las personas a lo que sucedió esos años y que quizá sigue sucediendo», agregó.
El director explica que la historia de su cinta, que participa en una sección paralela del Festival de Venecia dedicada al cine italiano, se centra entre 2005, cuando Vendola llegó al poder en Apulia (sur de Italia), al 2008 y habla de una familia de esa región que se ve obligada a vender su casa por la crisis económica.
«El título es una forma de llamar la atención. No creo que haya fomentado un aumento en la popularidad de Nichi Vendola, quien ya tiene una visibilidad mundial», comentó Costantino.
A pesar de que el cineasta insista en desmarcarse de cualquier posicionamiento político, el título de su obra no hace sino seguir una corriente que cada vez parece tener más adeptos en el país, que es la de alzar al presidente de Apulia a la cabeza de una coalición de centro-izquierda que pueda hacer frente al todopoderoso primer
ministro, Silvio Berlusconi.
De hecho, Vendola, homosexual, católico y comunista confeso en un país que acusa como ningún otro la influencia del vecino Vaticano, logró en las elecciones regionales del pasado marzo el mejor resultado del centroizquierda, en unos comicios que vieron un destacado avance de la derecha federalista del socio de Gobierno de Berlusconi, la Liga Norte (LN) de Umberto Bossi.
La cuestión de la incertidumbre política que vive Italia con la ruptura en el seno del gobernante partido Pueblo de la Libertad (PDL) es uno de los temas recurrentes que el cineasta sabe que tendrá que abordar estos días de promoción en el Festival de Venecia, que se celebra hasta el próximo 11 de septiembre.
Pero él insiste en el contenido de su obra y no en las dobles lecturas, a pesar de que reparta folletos con forma de invitación a enlace matrimonial: toda una perfecta campaña de mercadotecnia.
En este sentido, reconoce que el juego de palabras de su título tiene mucha intención «irónica» en un país en el que el matrimonio homosexual no está reconocido. «El subtítulo es aún más complicado: ‘Tras un gran hombre siempre hay una gran mujer'», comenta.