SANTO DOMINGO. Aquí cualquiera habla por radio o televisión. Las autoridades han permitido que gente desaprensiva invada esos medios, a los que incluso apoya colocando publicidad estatal.
Hay demasiados ejemplos. El pasado jueves el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones cerró las operaciones del canal 53 una televisora que transmitía desde Santiago y desde la cual su propietario permitió, de manera irresponsable que un señor que se llama Ernesto Fadul le faltara el respeto al Presidente Leonel Fernández.
Lo que dijo, no solo del Presidente, sino de su esposa, Margarita Cedeño, así como de otros funcionarios público violó las legislaciones que regulan el uso de los medios de comunicación y el respeto que se le debe tener a la figura del Presidente de la República Dominicana.
Desconocía la existencia de un programa como ese y mucho menos de esa televisora. Cuando lo vi a este señor hablar la referida emisión que rebosó la copa, no lo podía creer. Una cosa es que una personas, periodista o no haga una crítica de las acciones del Presidente, de sus funcionarios, pero eso no fue lo que hizo Fadul, quien es hermano del Ministro de Industria y Comercio. Violó la ley y en consecuencia, creo que no basta con cerrar el canal, sino que deberían iniciar un proceso en los tribunales.Lo que hizo no es más que un abuso de la caricatura de democracia que tenemos.
Es muy bueno decir ahora que la acción procura coartar el derecho a la expresión, pero no se trata de eso, sino de un señor que debe medir lo que va a decir por radio y televisión. Tan culpable es el, como el propietario del medio que permitió semejante barbaridad. La forma en que se expresa, evidencia que no está en sus cabales.
Quien escribe, habla por radio o televisión debe ajustarse a las leyes. Una sociedad se rige por normas, de lo contrario este país fuera más caótico de lo que es.
