La plaza del desfile de Sabeen se llenó de una ola de manifestantes que ondeaban banderas palestinas, coreaban consignas y sostenían carteles del líder hutí Abdulmalek al Huti, cuyo movimiento controla desde finales de 2014 gran parte de las zonas del noroeste de Yemen.
Corearon algunos lemas que el movimiento -respaldado por Irán- repite en cada concentración: «Alá es el más grande. Muerte a Estados Unidos. Muerte a Israel. Malditos sean los judíos. Victoria del islam», entre otros.
Los manifestantes también gritaban: «Cualquier barco que se acerque…Lo golpearemos. Lo golpearemos», en referencia a la andanada de ataques que llevan a cabo los rebeldes contra buques que transitan frente a las costas del Yemen y que tienen algún vínculo con Israel.
Precisamente este viernes fue uno de los días más violentos contra la seguridad marítima internacional con el ataque reivindicado por los hutíes contra dos buques portacontenedores.
Muhammad Muftah, un líder hutí, se dirigió a la multitud diciendo: «Hacemos responsable al jefe del Gobierno estadounidense (Joe Biden) de las masacres y matanzas que tienen lugar en Gaza, Cisjordania y en toda la región, y le hacemos responsable de cualquier escalada en el mar Rojo. Nuestro objetivo es claro, son los barcos sionistas y los barcos que llegan a los puertos sionistas en la querida Palestina usurpada».
«Ningún barco de la entidad sionista pasará, llegue o parta, mientras seamos capaces de impedirlo, y somos capaces, si Dios quiere», aseveró.
Los hutíes han lanzado una serie de misiles y drones contra el sur de Israel en estos dos últimos meses, y también contra buques con la bandera del Estado judío o propiedad de empresas israelíes en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb, entre las principales rutas comerciales del mundo.
Asimismo, el 19 de noviembre también confiscaron el buque «Galaxy Leader», que transitaba por el mar Rojo, y lo desviaron hacia el puerto yemení de Al Salif, donde permanece a día de hoy con sus 25 tripulantes de distintas nacionalidades.
