Santiago de Chile, (EFE).- La argentina Daniela Giménez se lanzó por primera vez a la piscina con cinco años. Este lunes lo volvió a hacer en los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023, donde se ha alzado con el segundo puesto en la categoría de los 100 metros estilo mariposa.
“Estoy disfrutando de este momento deportivo. Me encuentro en esa etapa en la que soy la más grande por mucho. Creo que a la siguiente competidora le llevo 10 años. Estos ya son mis quintos juegos”, expresó a EFE la nadadora tras marcar un tiempo de 1 minuto, 14 segundos y 13 centésimos en la categoría S9.
Recién salida de la piscina, atiende a la prensa antes de subirse al podio y recibir la medalla de plata acompañada de la amada mascota del evento, Fiu, en el Centro Acuático de Estadio Nacional en la capital chilena.
La joven de 31 años, que se ha convertido en una estrella en su categoría, se alza como una reina con siete oros parapanamericanos y ya es una habitual en el podio gracias a sus resultados en competiciones tanto de carácter nacional como internacional, con cuatro participaciones en Juegos Paralímpicos: Pekín 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020.
“Estuve bastante mal de salud mental previo a Tokio y post Tokio fue mucho peor. Esto es demasiado lindo como para estar haciéndolo sufriendo. Tengo que encontrar el punto medio para llegar y estar conforme conmigo misma”, manifestó Giménez.
La deportista, que está clasificada para los Juegos Paralímpicos de París 2024, también obtuvo una brillante marca en los 100 metros pecho donde consiguió el primer puesto con un crono de 1:21.53 y el bronce en los 50 metros libre, ambas en la categoría S10.
Giménez asegura encontrarse en un momento más relajado de su vida, donde se toma el tiempo para decidir qué caminos tomar profesionalmente: “Me gustaría poder estar más en un rol de mentora, estar para los chicos. Me parece un viaje haberme tirado a la pileta tantas veces, es como un legado mucho más importante que las medallas”, declaró.
Cuando Daniela nació sin la mano derecha, el doctor que atendió a sus padres sentenció que la niña sería dependiente de por vida. Una opinión médica desmesurada que no vaticinó el brillante futuro que le esperaba. Con espíritu optimista y dedicación, ha sido una inspiración para la natación argentina, obteniendo numerosos títulos a lo largo del mundo durante estos años.
“Estoy en otro momento, entrenando mucho menos, trabajando y descubriendo el mundo fuera del deporte también. Es un momento muy lindo, donde este tipo de torneos me dan la oportunidad de relajarme un poco y mirar en perspectiva mi carrera”, concluyó.
