Santo Domingo, (EFE).- El presidente Luis Abinader afirmó este lunes que los Gobiernos «no han reaccionado» al crecimiento de la provincia de La Altagracia y admitió que hay que hacer una «mayor inversión» en la de Hato Mayor, ambas ubicadas en el este del país.
Estimó que en el municipio de Higüey, el principal de La Altagracia, se ha producido un gran desarrollo inmobiliario fruto del turismo y que el distrito municipal de Verón «hay graves problemas» debido a su crecimiento desordenado.
«Me preocupado que los empleados del sector turístico que viven en Verón tengan una vida digna (…) de eso es que tenemos que ocuparnos. Hay que trabajar en el ordenamiento territorial, que es más que urgente», afirmó Abinader durante su habitual conferencia de prensa de los lunes en el Palacio Nacional.
Aseguró que Verón crece rápidamente y que las aguas del subsuelo se han salinizado.
Abinader dijo que, en cuanto a Higüey, su Gobierno ha hecho una «gran inversión» en el acueducto y en el servicio eléctrico y que está presupuestado el alcantarillado sanitario de esa demarcación.
«Empezamos la construcción de la circunvalación de La Otra Banda, estamos trabajando en calles y vías (…) La Altagracia necesita mucho más inversión», refirió.
En cuanto a Hato Mayor también consideró de que necesita mayores inversiones y, aseguró, que al llegar al poder esa provincia «estaba abandonada».
En ese orden, destacó que en enero venidero hará entrega de las instalaciones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en esa provincia y que le dará «prioridad» a la construcción de aceras y contenes en las zonas norte y oeste del municipio principal del mismo nombre.
«Lo que sí hemos hecho allí es entregar más de 3,000 títulos de propiedad y creo que pronto volveremos a entregar más», afirmó.
Abinader, por otra parte, dijo que la tasa de homicidios en el país es de 11.6 por cada 100,000 habitantes y que esta, junto a la de Costa Rica, son las más bajas de la región.
Reiteró de que en Haití hay un «grupo de anarquistas» que quieren mantener una «relación beligerante» hacia el país.
«No creemos que esto sea decisión del Gobierno ni del pueblo haitiano. Sabemos quiénes son. A muchos le hemos prohibido la entrada al país. Tomaremos las medidas que nos aseguran la seguridad en todos los órdenes. Esos anarquistas creen que pueden ganar y están involucrados en otras cosas que en su momento se sabrá», dijo
