Kishida, que aterrizó el viernes en Manila, destacó en una intervención en el Parlamento filipino su alianza con Filipinas y Estados Unidos para defender la libre navegación en las aguas disputadas del mar de China Meridional y otras zonas del Indopacífico.
En un encuentro previo con el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr, Kishida también destacó las conversaciones para el intercambio de envío de soldados entre los países y ambos mandatarios criticaron que se trate de «cambiar a la fuerza el ‘statu quo'» en el citado mar, sin referirse expresamente a China.
El mandatario nipón ha firmado varios acuerdos en materia económica y de defensa, incluida una ayuda de 600 millones de yenes (unos 4 millones de dólares o 3,74 millones de euros) para mejorar el sistema de radares costeros de la Marina filipina.
Japón busca una mayor colaboración militar con Filipinas, con la que aspira a realizar patrullas conjuntas en el mar de China Meridional.
En los últimos años, Pekín ha incrementado su presencia militar en el citado mar, cuyas aguas e islotes reclama casi por completo frente a otros países como Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunéi.
Un laudo de la Corte Internacional de Arbitraje dio en 2016 la razón a Filipinas en su disputa soberanista con China, pero Pekín se ha negado a acatar la decisión.
El presidente filipino Marcos Jr. dio un giro hacia Estados Unidos cuando llegó al poder el año pasado, después de las políticas de su antecesor, Rodrigo Duterte, que buscó un acercamiento a China.
Tras Filipinas, Kishida irá el sábado y domingo en viaje oficial a Malasia, cerrando su gira en el Sudeste Asiático.