Praga, (EFE).- La composición del nuevo gobierno de Eslovaquia, una coalición de socialdemócratas y nacionalistas, se retrasa por el veto de la presidenta del país, la liberal Zuzana Caputova, contra el nombramiento como ministro de Medio Ambiente de un político que niega la crisis climática.
La jefa de Estado ha reaccionado así a una petición pública suscrita por 37 organizaciones ecologistas y académicas contra Rudolf Huliak, del partido ultranacionalista SNS, que suele defender teorías de conspiración sobre el cambio climático y otros aspectos de la protección del medioambiente.
Los ecologistas y académicos denuncian algunas tesis de Huliak, como que «la élite internacional intenta evitar que la gente tenga coches y para ello inventa que existe una crisis climática».
Otra de sus teorías asegura que «el oso es una arma biológica utilizada para acabar con el campo».
Para Huliak, hay que eliminar los equipos de protección del oso pardo y permitir a los cazadores que abatan a osos y lobos, así como reducir la extensión de los parques naturales del país, para que puedan ser explotados económicamente.
«El funcionamiento normal del Ministerio de Medio Ambiente no puede asegurarse con un hombre cuyas afirmaciones suponen la negación de las políticas medioambientales vigentes a largo plazo y los compromisos internacionales a los que Eslovaquia está sujeta», dijo hoy un portavoz de la presidencia eslovaca.
Huliak es alcalde de un pueblo de 2.500 habitantes en el centro del país, empresario del sector de automoción y alto funcionario del sindicato de cazadores.
Lo primero que propuso hacer en caso de ser nombrado ministro de Medio Ambiente es una auditoría para desmontar la financiación de las ONG ecologistas en Eslovaquia, un pequeño país centroeuropeo y excomunista, que pertenece desde 2004 a la Unión Europea.
