Moreno, de 23 años, cumple su primera temporada completa en las Grandes Ligas con los Diamondbacks y por ende su primera postemporada bajo las órdenes de Torey Lovullo.
El estelar venezolano destacó al retirar el 50% (32-16) de los corredores que salieron a robo con él detrás del plato y se constituyó como el mejor receptor defensivo en toda la MLB.
En la ofensiva fue igual de efectivo, con media al bate de .284, con siete vuelacercas y 50 remolcadas en 111 partidos.
Ha trasladado su éxito a la postemporada. En cinco partidos, dos en la Serie de Comodín y tres en la Divisional, ayudó a conservar el invicto. Bateó para .250, con tres jonrones y seis carreras empujadas.
El pasado miércoles conectó un cuadrangular que fue coronado por un ataque de cuatro jonrones ante el abridor Lance Lynn en el cuarto episodio del triunfo con que el que de paso eliminaron a los Dodgers.
Moreno también ha puesto en juego su físico en esta postemporada, en la que primero recibió un batazo en la cabeza de uno de los bateadores de los Cerveceros de Milwaukee, que lo obligó a perder un partido, y luego, en el último duelo ante los Dodgers, tuvo que abandonar el juego tras recibir un pelotazo en la mano derecha.
A pesar de todo, Moreno ya está listo para estar en el terreno el próximo lunes, informó este sábado Lovullo.
Mantener a raya la poderosa alineación de los Filis es una tarea vital para que los Diamondbacks puedan continuar su paso de avance en la postemporada y la seguridad que pueda brindar Moreno a sus lanzadores es clave para ese objetivo.
Con el acostumbrado aporte de Bryce Harper y Trea Turner en la postemporada, el cubano Castellanos se ha constituido en un auténtico estilete de los Filis.
En la recién finalizada Serie Divisional contra los Bravos de Atlanta, Castellanos montó un verdadero espectáculo de poder, fletando cuatro cuadrangulares en los dos últimos encuentros, para darle el pase a la Serie de Campeonato a los Filis.
Castellanos brinda una decosiva protección a Harper, J.T. Realmuto o Bryson Stott, quienes suelen alinearse delante de él en la parte media del orden ofensivo.
El picheo de los Filis ha demostrado que puede ser efectivo, pero su poderoso ataque es la carta de presentación en esta postemporada y Castellanos es parte de esa amenaza con la que tendrán que lidiar los Diamondbacks.
