Pekín, (EFE).- El alto representante europeo para la Política Exterior, Josep Borrell, pidió a China que no considere su vínculo con la Unión Europea (UE) bajo el lente de las relaciones del bloque “con otros” y consideró que a pesar de las diferencias “aún hay espacio para la cooperación”.
Borrell, que finalizó hoy un viaje de tres días a China para copresidir el 12 Diálogo Estratégico entre el bloque y el país asiático y preparar una cumbre a final de año, subrayó que la UE “toma muy seriamente” al gigante asiático.
“No es un secreto que nuestros sistemas políticos son diferentes (…). Los problemas globales no pueden resolverse sin la colaboración de China”, opinó el político español.
Explicó que junto con la citada petición, los otros dos mensajes que transmitió a China respecto a la relación bilateral fueron que tras la invasión de Ucrania, “Rusia supone una gran amenaza” para la seguridad de Europa, y que el bloque quiere reequilibrar las relaciones comerciales con el gigante asiático pero “nadie está hablando de desacople”.
“La relación comercial es tan grande que aunque quisiéramos hacerlo es imposible”, precisó Borrell, quien reiteró que la UE busca “reducir las dependencia excesivas” y que “no hay ninguna conspiración”.
Entre los roces más recientes en materia comercial figura la investigación que la Comisión Europea abrió la semana pasada para determinar si los subsidios que China da a sus empresas de vehículos eléctricos suponen una amenaza para los fabricantes europeos.
Sobre Ucrania, el alto representante transmitió a su contraparte China que desde el lente de la UE “la guerra no es solo contra Ucrania, sino que afecta a la seguridad europea” y a todo el mundo en términos de seguridad alimentaria e inestabilidad.
Como ya avanzó el viernes, Borrell indicó que pidió al ministro chino de Exteriores, Wang Yi, que China, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, use su influencia sobre Rusia para parar la agresión a Ucrania y lograr también la renovación del acuerdo del grano, que permitía a Ucrania exportar sus cereales desde sus puertos a través del mar Negro y del que Moscú se ha retirado.
Otros asuntos abordados durante el diálogo fueron la emergencia climática y el nivel al alza de deuda de los países emergentes, de la que un alto porcentaje está en manos de China.
La visita de Borrell, en sus palabras «dos días intensos», se produce tras dos intentos fallidos este año, en abril por haber dado positivo en covid y en julio a causa de la posterior destitución del exministro de Exteriores Qin Gang.
Desde que China abrió sus fronteras a principios de año han pasado por el país la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen; el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis; y esta misma semana la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, quien defendió que la UE seguirá pidiendo al gigante asiático «prácticas comerciales justas» y «reciprocidad» en este campo.
