El mandatario, que habló a nombre del Grupo de los 77 y China (G77+China), del que Cuba es presidente pro tempore se remitió a la declaración adoptada por este foro de 134 países en vías de desarrollo en la cumbre de la semana pasada en La Habana.
El texto es un llamamiento a poner énfasis en la cooperación sur-sur, a aumentar las transferencias de tecnología hacia sus países y a dar un mayor peso decisorio a los países en vías de desarrollo.
«Lo que se necesita, de manera imperiosa, es la voluntad política para que realmente nadie quede atrás y vencer una de las crisis más complejas que haya experimentado la humanidad en la historia moderna», apuntó Díaz-Canel.
De igual manera, el presidente insular pidió mejorar la «arquitectura global de deuda soberana» con la participación de los países pobres y que «permita un tratamiento justo, equilibrado y orientado al desarrollo».
Agregó, asimismo, que los países ricos tienen que «movilizar» y «materializar» recursos para «abordar el cambio climático».
Díaz-Canel lamentó que, al ritmo actual, no «podrá lograrse ninguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y se incumplirán más de la mitad de las metas acordadas».
El presidente cubano asistirá a la asamblea general de Naciones Unidas para exponer los resultados de la cumbre del G77+China, a la que asistieron representantes de 116 países y 12 entidades multilaterales, entre ellos, el propio secretario general de la ONU, António Guterres.
De acuerdo con el programa oficial, Díaz-Canel -que ya acudió a la asamblea general en 2018- participará este martes.
El 78 periodo de sesiones de esa instancia de la ONU se efectuará bajo el lema «Reconstruir la confianza y reactivar la solidaridad mundial» y se propone acelerar las acciones dentro de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.
