Los sufragios se celebran en los estados de Selangor, Penang, Negeri Sembilan, Kedah, Kelantan y Terengganu (todos en la parte continental) para elegir a los miembros de las respectivas cámaras regionales.
Según las encuestas publicadas por los medios locales, se espera que la coalición gubernamental Pakatan Harapan mantenga el actual control de tres de los estados, mientras que el resto quedaría en manos de la alianza opositora Perikatan Nasional.
Durante la intensa campaña electoral de dos semanas, los opositores han cargado duramente contra la política del primer ministro, Anwar Ibrahim, a raíz del estancamiento económico que registra el país.
Otras de las claves de los comicios es el componente multiétnico de Malasia, con el Perikatan Nasional, favorable a la población malaya -que conforma el 69 % de 33 millones del país-, reclamando un giro conservador para tratar de lograr los apoyos de la población musulmana.
Por su parte, la coalición gubernamental, más progresista y popular entre las minorías china (23 %) e india (7 %), enarbola los miedos sobre la división nacional para mantener sus votos y busca que no le pase factura el desgaste que sufre desde que alcanzaran el poder en noviembre del año pasado.
