Pekín, La ciudad china de Zhuozhou, en la provincia septentrional de Hebei, apenas empieza a recuperar este viernes la normalidad tras más de 72 horas prácticamente desconectada del exterior tras las intensas precipitaciones desatadas por el tifón Doksuri.
Ubicada en una región rodeada de sistemas fluviales, Zhuozhou se ha visto afectada por la convergencia de seis ríos, desencadenando inundaciones repentinas que han aislado a la comunidad, informaron hoy varios medios locales.
Desde el 1 de agosto, más de 130.000 personas afectadas -para una población de más de medio millón- y un área impactada que abarca más de 200 kilómetros cuadrados fueron testigo de las peores lluvias en 140 años en la región que rodea a la capital del gigante asiático, Pekín, y que hasta el jueves por la noche incomunicaron la ciudad por las crecidas de los ríos.
La subdirectora del Departamento de Recursos Hídricos de Hebei, Li Na, afirmó que a pesar de que “las precipitaciones hayan terminado”, por la ciudad aún deberá pasar “de 300 a 400 millones de metros cúbicos de agua en el futuro cercano».
Las inundaciones han dejado una huella económica significativa, afectando a agricultores, pequeños negocios e industrias locales, además de cortar las carreteras y el servicio eléctrico.
Entre los afectados, se encuentra el almacén de BooksChina.com en la ciudad, uno de los más importantes del país, donde más de 4 millones de libros, aproximadamente el 80 % del inventario, fueron dañados por el agua, reportó el medio China Daily.
Cuando llegó a las redes sociales del país la situación del edificio en Zhuozhou, un centro logístico y hogar de libros de numerosas editoriales, la comunidad virtual se movilizó y ayudó a localizar a los empleados atrapados en el almacén.
Además, los internautas se han organizado para ofrecer donaciones e incluso comprar libros dañados por las inundaciones para ayudar en la recuperación, siendo que muchos incluso se han desplazado hasta la zona para ayudar, o en otros casos, retransmitir la situación.
Aunque el “apoyo de la comunidad es valioso”, para Qiao Song, subdirector de la Oficina de Gestión de Emergencias de Zhuozhou, la “prudencia es más importante”.
«Estamos muy agradecidos por el apoyo, pero en caso de peligro, el equipo de rescate todavía necesitaría rescatarlos. Por lo tanto, solo aceptamos equipos de rescate profesionales en este momento», agregó Qiao.
El Doksuri, que recorrió China de sur a norte, dejó hasta la fecha un saldo de al menos 20 muertos y cientos de miles de evacuados, además de provocar daños millonarios en las infraestructuras de la zona. Las autoridades chinas advirtieron recientemente de un alto riesgo de inundaciones y tifones en agosto.
En 2021 y 2022, los veranos estuvieron marcados por unas precipitaciones de una intensidad inédita en décadas en el centro del país que causaron más de 300 muertos y por una persistente sequía en el centro y el sur, respectivamente.
Song Lianchun, meteorólogo del Centro Meteorológico Nacional, declaró entonces: «No podemos decir que un evento meteorológico extremo está directamente causado por el cambio climático, pero, a largo plazo, el calentamiento global causa un aumento de la intensidad y la frecuencia de dichos eventos».
