Brasilia, El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este miércoles que espera que «la democracia venza» en las elecciones que se celebrarán en octubre en Argentina y que no se imponga un candidato que «piense que inversión social es gasto».
En su primera rueda de prensa con corresponsales extranjeros desde que asumió el poder el pasado 1 de enero, Lula aclaró que prefiere «guardar silencio» sobre el proceso electoral en el país vecino, aunque no dejó de mostrar su solidaridad con el progresista Alberto Fernández.
Del actual mandatario argentino, que no aspirará a la reelección, indicó sin nombrarlo que debió lidiar con una deuda contraída por «otro Gobierno», en alusión al exmandatario Mauricio Macri (2015-2019), y con las consecuencias de una ingente sequía y de la invasión rusa a Ucrania, entre otros factores que impactaron en la economía.
Recordó que, en su papel de presidente de Brasil, país miembro del grupo BRICS junto con Rusia, India, China y Sudáfrica, hizo «todo lo que podía ser hecho» para auxiliar financieramente a Argentina, pero admitió que no fue posible por las normas del banco de desarrollo de ese foro de economías emergentes.
«Me preocupa la situación de hoy de Argentina, un país que llegó a ser la quinta economía del mundo» en la década de 1950 y en este siglo XXI se mantiene sumido en una crisis histórica, declaró. Lula afirmó que Brasil «quiere crecer junto con Argentina» y con los otros países latinoamericanos y, aunque no lo dijo claramente, también sugirió que trabajará «codo a codo» con quien gane las elecciones de octubre en una nación que es «el principal socio regional» de la economía brasileña.
Aun así, deslizó alguna preferencia: «Le pido a Dios que la democracia venza en Argentina» y que no se imponga «un candidato que piense que inversión social es gasto» o «que debe privatizar todo» para «solucionar los problemas», sostuvo, en una velada defensa de las políticas aplicadas por el Gobierno de Alberto Fernández.
