El Cairo, Los siete vecinos de Sudán (Libia, Egipto, Sudán del Sur, Eritrea, Etiopía, República Centroafricana y Chad) expresaron hoy su voluntad de trabajar en conjunto para presionar hasta lograr el fin del conflicto armado en ese país, por una mayor ayuda internacional para los refugiados y para garantizar que no haya «injerencia» de terceros en el conflicto.
Ese fue el resultado de la primera cumbre de vecinos de Sudán que se celebró en El Cairo y que congregó a los líderes de esos siete países, además de los secretarios generales de la Liga Árabe y la Unión Africana (UA), y en donde se expresaron las preocupaciones que la crisis sudanesa ha causado para la estabilidad política de la región. La principal conclusión del encuentro fue la creación de un «mecanismo ministerial» para buscar soluciones «prácticas» a la crisis desde el punto de visa de los países más afectados por la misma.
Ese mecanismo buscará «una solución integral para la crisis a través de la comunicación directa con las partes sudanesas y en coordinación con las iniciativas actuales, incluidas las del IGAD (bloque comercial de países del Este de África del que forma parte Sudán) y la Unión Africana».
De forma categórica, todos los participantes en la cumbre resaltaron la importancia de que cualquier solución pase por las decisiones de las partes sudanesas beligerantes -el Ejército sudanés, por un lado, y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) por otro- y descartaron la importancia de evitar la «injerencia» de terceros países en conflicto, tanto de forma directa como indirecta.
HOSTILIDAD
Esta insistencia de los vecinos de Sudán por evitar la intervención de terceros es una respuesta a una iniciativa de la IGAD (Kenia, Etiopía, Yibuti y Sudán del Sur) de considerar «el posible despliegue» de tropas de la Fuerza de Reserva del Este de África (EASF) para proteger a los civiles en Sudán y garantizar el acceso a la ayuda humanitaria.
Esa consideración fue duramente respondida por el Gobierno de Sudán, que indicó que considerará como «hostil» cualquier intervención y lamentó que también se hubieran propuesto iniciativas como la creación de una zona de exclusión aérea o el desarme de la artillería pesada.
Sólo Etiopía, en su turno de intervención en la reunión de hoy, planteó considerar propuestas como la de la IGAD, entre el resto de países que apuntaron por denunciar cualquier intento de intervención.
REFUGIADOS
La atención a los refugiados, entre otras «repercusiones económicas y sociales» de los combates en Sudán fue otro de los temas centrales de la reunión, en la que se pidió intensificar la ayuda internacional para apoyar a los centenares de miles de refugiados que llegaron a sus territorios. Instamos a la comunidad internacional a adoptar una medida para afrontar la crisis humanitaria (…) las agencias de ayuda deben asumir su responsabilidad y ofrecer todo tipo de apoyo a los refugiados», dijo el presidente de Chad, Mahamat Idriss Déby Itno, en la inauguración de la cumbre.
Por su parte, el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, cuyo país ha recibido también a decenas de miles de refugiados sudaneses, advirtió de que el conflicto «afecta la situación social y económica de los países vecinos» de Sudán. En ese sentido, instaron a la comunidad internacional que cumpla con sus compromisos y les preste ayuda para que de esa manera también puedan seguir ayudando a los refugiados sudaneses.
Según las últimas cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el número de refugiados se cifra ya en 737.801 personas que han escapado de la violencia de Sudán a otros países vecinos. Egipto es el país que ha acogido a más refugiados, un total de 255.565, seguido de Chad (238.218), Sudán del Sur (160.798), Etiopía (62,509), República Centroafricana (16.719) y Libia (2.992).
Álvaro Mellizo