Madrid, – El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hará un paréntesis en la campaña de las elecciones generales del 23 de julio para viajar el martes a Lituania con el fin de participar en la que será su sexta cumbre de la OTAN. La cumbre se prolongará hasta el miércoles y volverá a tener como uno de sus principales asuntos la situación en Ucrania después de que la invasión rusa marcara las que se celebraron el año pasado en Bruselas y Madrid.
Sánchez, que acude a Vilna después de que España asumiera el pasado 1 de julio la presidencia semestral del Consejo de la UE, reiterará en la cumbre de la OTAN la necesidad de seguir apoyando a Ucrania sin fisuras y hasta el fin de la invasión rusa, aseguraron a EFE fuentes del Gobierno.
Además, subrayan que la adhesión de Ucrania a la OTAN no es una cuestión que esté ahora mismo sobre la mesa para adoptar de forma inmediata una decisión. En la cumbre sí se prevé aprobar más ayuda militar a Ucrania e incrementar la relación política entre la OTAN y Kiev. De otra adhesión más cercana se hablará en la cumbre, la de Suecia, que sigue pendiente por el bloqueo de Turquía y Hungría debido a que Ankara acusa al país de ser refugio de terroristas y Budapest está molesto por las críticas del país nórdico a la calidad de su democracia.
Después de que Finlandia y Suecia fueran invitadas a sumarse a la Alianza en la cumbre del año pasado en Madrid, y superados los vetos para el primero de esos países, se mantienen para el segundo. España apoya esa incorporación y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, convocó una reunión para este lunes con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para tratar de llegar a un acuerdo político antes de la cumbre de Vilna.
Stoltenberg acababa su mandato al frente de la Alianza, pero esta semana se acordó prolongarlo un año más. En Vilna, Sánchez reiterará el compromiso de España de llegar en 2029 a un 2% del PIB en gasto en Defensa, tal y como garantizó en la cumbre de Madrid y pese a las críticas de sus socios de Gobierno de Unidas Podemos.
Según los datos hechos públicos esta semana por Stoltenberg, España destinará al gasto militar el 1,26% de su PIB en 2023, lo que la sitúa como el tercer país de la OTAN que menos invierte en Defensa en términos relativos, solo por detrás de Bélgica y Luxemburgo.
El Gobierno español confía en que en Vilna se acuerde una estrategia clara para hacer frente a la inestabilidad y amenazas que plantea el Sahel.
