Santo Domingo, La música clásica, de la mano de Beethoven y un concierto a cargo de figuras internacionales de la ópera, y la obra «Juana la Loca, ¿locura o conspiración?» serán las grandes protagonistas del 50 aniversario del Teatro Nacional Eduardo Brito, «el gran templo de la cultura dominicana».
Así lo define el viceministro de Creatividad y Participación Popular del Ministerio de Cultura, el escritor Giovanny Cruz, quien participó en el anuncio de las actividades de esta conmemoración en representación de la titular de la cartera, Milagros Germán, una programación que arrancará el 3 de agosto.
El telón se abrirá ese día con la obra de teatro «Juana la Loca, ¿locura o conspiración?», adaptación de Richardson Díaz de la obra del escritor dominicano Manuel Rueda, quien con su «Retablo de la pasión y muerte de Juana la Loca» ganó en España el Premio Tirso Molina 1995. Bajo la dirección de Guillermo Cordero, podrá verse durante dos días a 70 artistas sobre el escenario, entre ellos Carlota Carretero y Mary Gaby Aguilera en el papel de Juana de Castilla de adulta y joven, Elvira Taveras como la reina Isabel la Católica, Ernesto Báez como el rey Fernando o José Guillermo Cortines encarnando a Felipe el Hermoso.
«La vida de Juana de Castilla fue un amargo drama de principio a fin», afirmó Cordero, quien, emocionado por repetir experiencia tras participar hace 30 años en el vigésimo aniversario del Teatro Nacional, explicó que esta versión se basa en cinco pilares: el amor, el poder, la religión, los celos y la locura.
EL MENSAJE UNIVERSAL DE LA NOVENA DE BEETHOVEN
Después será el turno, el 10 de agosto, de la Novena Sinfonía de Beethoven, con más de cien voces, entre ellas las de la soprano Nathalie Peña y la mezzosoprano Glenmer Pérez, ambas dominicanas; el tenor finlandés Tuomas Katajala y el barítono austríaco Günter Haumer.
José Antonio Molina, al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional y experto en esta obra que ha dirigido en una docena de ocasiones, afirmó que la música de Beethoven «es y seguirá siendo eternamente contemporánea (…) Ningún compositor en la humanidad ha hablado a tanta gente» de todos los estratos sociales, de todos los países, de todas las épocas.
La Novena es una sinfonía que «invita a la hermandad», a la amistad, a la unidad, resaltó Molina, idea en la que insistió desde Los Ángeles (Estados Unidos) la soprano Nathalie Peña, quien consideró especialmente importante ahora esta obra, himno de la Unión Europea, en un momento en que «la humanidad está un poco segregada», dado su mensaje de unión y de confianza en el ser humano.
Dos días después el telón volverá a subir para acoger el concierto Voces de Oro, a cargo de la soprano sudafricana Pretty Yende, quien actuó en la reciente coronación del rey Carlos III del Reino Unido, y el joven y muy valorado tenor español Xavier Anduaga, bajo la dirección del maestro Pablo Mielgo, de la Sinfónica de Canarias. El director general y artístico del Teatro Nacional, el exbailarín Carlos Veitia, hijo de la gran Clara Elena Ramírez Pujals (fundadora del Ballet Clásico Nacional), subrayó que «el talento dominicano es el protagonista de este 50 aniversario» e hizo suyo el lema de este evento: «Únete a la celebración y forma parte de la historia».
La historia de un lugar que ha acogido en este medio siglo a los mayores artistas dominicanos y también extranjeros y que, según el deseo de Giovanny Cruz, ha de dejar de ser «solo un teatro y convertirse en un centro cultural». Como colofón, se anunció la gala de los ganadores de la competición Van Cliburn, con un especial significado al contar este año con sendos pianistas de Rusia y Ucrania, además del vencedor surcoreano, lo que constituye un símbolo de humanidad y esperanza.