Brasilia, Una comisión del Senado brasileño inició este miércoles la evaluación de la candidatura del abogado Cristiano Zanin para ocupar un asiento en la Corte Suprema a propuesta del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Zanin, quien fue el abogado que defendió a Lula en los procesos de corrupción que hizo frente en el pasado, se someterá a las preguntas de los senadores de la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara Alta, que analizarán si le consideran apto para el cargo.
Entre los integrantes de esa comisión figura Sérgio Moro, que en su etapa como juez condenó y encarceló a Lula y luego fue ministro de Justicia en el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022). Posteriormente, el nombre de Zanin será sometido a votación en el pleno del Senado, donde necesita mayoría absoluta, es decir, al menos 41 votos de los 81 senadores, para convertirse en uno de los once magistrados de alto tribunal.
Su aprobación se da casi por segura. «Está bien encaminada», anticipó el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, en la víspera. De recibir el aval de los senadores, Zanin, de 47 años, podrá ser magistrado de la máxima instancia judicial del país hasta que cumpla 75.
Especialista en litigios empresariales y criminales, el letrado fue postulado oficialmente el 1 de junio por el presidente Lula para ocupar la plaza dejada por el jubilado Ricardo Lewandowski.
Su nominación ha generado controversia en sectores jurídicos y políticos al tratarse del abogado personal del hoy jefe de Estado, a quien ha defendido en los tribunales durante la última década. Zanin, junto con su esposa, la también letrada Valeska Zanin, lideró la defensa del líder progresista en todos los procesos criminales por corrupción relacionados con la Operación Lava Jato, que con el tiempo consiguió archivar uno a uno.
Su labor hizo posible que el Supremo anulara en 2021 las condenas impuestas al hoy presidente brasileño, un fallo que le permitió recuperar sus derechos políticos y poder presentarse a las elecciones de 2022, en las que derrotó a Bolsonaro. Pese a las críticas, Lula reconoció que apostó por Zanin «no solo» por ejercer su defensa en la Justicia de manera exitosa, sino por sus «cualidades, formación, trayectoria y competencia».
«Creo que será un gran juez del Supremo» y que «Brasil se sentirá orgulloso», dijo el máximo dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) a los periodistas. Lula aún tendrá que elegir este año a un segundo candidato para el Supremo para sustituir a la magistrada Rosa Weber, que también dejará la corte cuando cumpla 75 años.
