Naciones Unidas, El Gobierno de Mali pidió este viernes en el Consejo de Seguridad de la ONU la retirada «inmediata» de la misión de paz en el país, la Minusma, desplegada desde 2013, cuando quedan dos semanas para que se vote la renovación de su mandato.
El ministro maliense de Exteriores, Abdoulaye Diop, tomó la palabra ante el Consejo de Seguridad y criticó que la Minusma se haya «convertido en parte del problema» en Mali y que haya despertado «una gran desconfianza» entre la población y el Gobierno, después de afirmar que la situación en el país en 2023 es peor que la de diez años atrás, lo que demuestra el «fracaso» de la misión.
Esta petición de Mali se produce además cuando el país se encuentra inmerso en una campaña política para aprobar este domingo en un referéndum una nueva Constitución que dé legitimidad al Gobierno militar de facto, llegado al poder tras un doble golpe de Estado en 2020 y 2021 y que ha prometido entregar el poder a los civiles en marzo de 2024.
La Minusma no solo es la misión de la ONU que más peligro corre -acumula 192 muertos en ataques terroristas en esta década-, sino que se encuentra ahora enfrentada al Gobierno de facto de Mali por las constantes restricciones a sus movimientos y las limitaciones que le imponen para investigar supuestos atropellos a los derechos humanos.
El ministro Diop recordó que la Minusma se desplegó en el país para apoyar a las autoridades malienses en la estabilización del país y garantizar la paz y la seguridad, así como impedir el retorno de grupos armados, pero que la lucha contra el terrorismo le compete ante todo al Gobierno, y además dijo que la labor de la misión en el monitoreo de los derechos humanos sufre de instrumentalización y politización.
El pasado 25 de mayo, miles de personas se manifestaron en la capital maliense, Bamako, para exigir la retirada de la Minusma del país africano, a la que calificaron de «fuerza de ocupación», el último acto de un clima político cada vez más hostil con la fuerza multinacional.
El próximo 30 de junio debe votarse la renovación del mandato de la Minusma -que actualmente forman 11.676 soldados y 1.588 civiles-, pero ahora parece improbable que se renueve, máxime cuando los embajadores de Rusia y China subrayaron hoy en el Consejo la necesidad de tomar en cuenta la opinión y las prioridades del Gobierno maliense, así como su voluntad de redefinir su relación con la misión.
Precisamente las distancias tomadas por el Gobierno de Mali con la ONU coincide con el despliegue abierto y reconocido por ese país de la fuerza rusa de Wagner, que los Gobiernos occidentales consideran un instrumento de Rusia. Y aunque no mencionó a Wagner por su nombre, Diop dijo, nada más pedir la retirada de la Minusma, que Mali «sigue dispuesto a cooperar con otros socios que respeten nuestra soberanía, opciones estratégicas e intereses vitales».
