Tokio, El primer ministro japonés, Fumio Kishida, contempla adelantar las elecciones generales próximamente, un movimiento destinado a fortalecer a la coalición gobernante y sus proyectos legislativos ante una oposición sin aparentes opciones de gobernar.
«Tomaré una decisión al respecto cuando sea apropiado, valorando diferentes factores» en materia de política interior y exterior, dijo este martes Kishida de forma críptica al ser preguntado por una disolución del Parlamento que varios miembros de su partido dan por inminente y sobre la que lleva semanas rumoreándose.
En una respuesta ambigua en la que dio a entender que ya está barajando la posibilidad, Kishida dijo que la sesión parlamentaria actual «puede esperar varios desarrollos» en adelante, pero añadió: «En lo que a hoy respecta, no tengo nada que decir» sobre la disolución de las Cortes.
El primer ministro japonés habló en estos términos durante una rueda de prensa convocada hoy para hablar sobre su estrategia para revertir la caída de la natalidad en el archipiélago, que se encuentra en mínimos históricos, por debajo de 800.000 nacimientos al año.
«Es la última oportunidad que tenemos para revertir la tendencia de cara a 2030», dijo Kishida al esbozar un plan centrado en un aumento salarial, también de las ayudas a los padres en las diversas etapas de la crianza de menores de edad, y en promover un cambio de la mentalidad social del país, donde la carga de esta tarea suele recaer en la mujer, para que los padres se involucren más.
El mandatario nipón adelantó una serie de aumentos de las ayudas por hijo a las familias y sugirió incrementar el acceso a becas y subvencionar la educación en la escuela superior, entre otras medidas que espera implementar en los próximos tres años.
En Japón las legislaturas rara vez llegan a término y el Gobierno suele usar las elecciones como baremo de apoyo público a la hora de implementar sus políticas de mayor calado.
La Administración Kishida ha convertido la natalidad en su mayor proyecto de ámbito nacional y en meses precedentes ha venido anunciado una serie de medidas y propuestas, como aumentar en más de un 70 % el presupuesto destinado a la crianza en tres años o un incremento de las subvenciones del parto (la seguridad social nipona no cubre los gastos del embarazo y el alumbramiento por no ser una enfermedad). Para financiar las medidas, el Gobierno emitirá bonos estatales especiales en un primer momento, señaló el mandatario japonés.
Kishida tendría previsto adelantar elecciones con el fin de revalidar la actual mayoría de su Gobierno y sacar adelante éste y otros proyectos de su Administración, entre ellos el giro de 180 grados en materia militar planteado a finales del año pasado.
El primer ministro buscaría aprovechar la inexistencia de una oposición con opciones claras de gobernar y también el fortalecimiento de su imagen y la de Japón en el plano internacional, con la cumbre del G7 en Hiroshima y la participación del presidente de la asediada Ucrania en ella aún presente, logros que dispararon su popularidad en casa.
