Túnez, .- Uno de los portavoces del partido islamista Ennahda, Abdelfattah Taghouti, fue detenido este martes en medio de una campaña de arrestos de opositores contra el presidente tunecino Kais Said, reveló hoy la formación conservadora, que exigió su liberación inmediata.
En un comunicado, el líder de Ennahda y expresidente del antiguo Parlamento- disuelto por Said-, Rached Ghannouchi, condenó la campaña de detenciones arbitrarias para desviar la atención de las «fallas del régimen» que «tras 20 meses de monopolizar los poderes ha empujado al país hacia el colapso económico, la misera social y el aislamiento internacional».
Una decena de miembros del partido se encuentran en prisión provisional tras la apertura de diferentes casos por supuestos delitos de corrupción y complot mientras otros, como Ghannouchi, tienen procesos abiertos y son convocados por la Justicia de manera regular.
En el último mes el país ha vivido una campaña de detenciones que incluyen a una veintena de destacadas figuras políticas, empresarios, jueces y el directivo de uno de los principales medios por el delito de «complot contra la seguridad del Estado».
El antiguo dirigente del partido Attakatol, Khayam Turki; el cofundador de Corriente Democrática, Ghazi Chaouachi, y el líder del movimiento Ciudadanos Contra el Golpe, Jaouhar Ben Mbarek, iniciaron este sábado una huelga de hambre para protestar contra las condiciones «inhumanas» de su encarcelamiento tras ser transferidos a otras celdas sin agua, baño ni ventanas.
El mandatario, que se arrogó plenos poderes en julio de 2021, les acusa de «traidores y terroristas» y ha advertido que cualquier juez que les libere debe ser considerado su cómplice mientras la Asociación de Magistrados Tunecinos (AMT) denuncia presiones para imponer sentencias.
Por su parte, la oposición alerta de un ataque contra la disidencia para impedir una iniciativa que reúna a todos los partidos- hasta ahora divididos- y un intento por desviar la atención pública de la crisis económica y social. El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos y el Parlamento Europeo han reaccionado ante la creciente persecución de oponentes y pedido el cese inmediato de los procesos militares contra civiles.
