Naciones Unidas, – La ministra española de Igualdad, Irene Montero, recordó este jueves en la ONU que el futuro digital necesita incorporar una perspectiva de género, pues en caso de no hacerlo «se convierte en una fuente de nuevas desigualdades» que se suma a otras estructurales. Montero participó hoy ante la Asamblea General en nombre del Gobierno de España en los trabajos anuales de la Comisión sobre la Condición de la Mujer, que precisamente tiene este año como temática la brecha de género en el mundo digital.
La ministra enumeró los cuatro grandes retos digitales: en primer lugar, hacer frente a «las violencias machistas» y hacer de la red un espacio seguro donde no se reproduzcan los estereotipos de género; después, potenciar la educación digital de niñas y mujeres para reducir esa brecha, particularmente entre mujeres mayores o las del mundo rural.
Tercero, una transformación educativa que impulse la participación de las mujeres en las materias consideradas tradicionalmente masculinas, como las matemáticas, ciencias, ingeniería y tecnología; y por último, desarrollar la perspectiva de género también en la Inteligencia Artificial y evitar que se convierta también en otra fuente de discriminación.
La ministra española aprovechó su breve discurso para reivindicar las políticas sociales de su Gobierno y también para apoyar «la incorporación de los derechos de las personas trans y LGTB en la agenda feminista», como forma de apoyar «que todo el mundo pueda ser quien es sin sufrir discriminación».
Tras participar en la ONU, Montero se desplazó a la sede del Instituto Cervantes, donde participó en un debate sobre feminismo y políticas de cuidados con varias responsables de carteras feministas en países como México, Chile y Argentina, en el que también estuvo invitada Anita Bhatia, vicedirectora de ONU Mujeres.
En ese acto, al que solo se accedía por estricta invitación, Montero destacó que la agenda de cuidados sigue recayendo en las mujeres en todo el mundo (3 de cada 4 cuidadores son mujeres, según la OIT) y por ello es un problema «estructural» al que hay que dar respuesta dese el feminismo.
Puso de ejemplo las políticas adoptadas por varios países latinoamericanos, y resaltó que están sirviendo de ejemplo para las medidas que toma su ministerio en España, entre las que destacó las políticas de conciliación, a las que el Gobierno ha destinado 200 millones de euros (unos 211 millones de dólares).
Para Montero, la crisis de los cuidados, que se puso de manifiesto en toda su crudeza durante la pandemia, demostró que no basta con cambios en las personas o las familias, sino que «el Estado debe hacerse corresponsable». La jornada de Montero continuaría más tarde con una entrevista con la directora de ONU Mujeres, Sima Bahous, y una recepción en la Residencia de la Misión de España ante la ONU.
