Bruselas, .- La líder opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya advirtió este miércoles a la Unión Europea (UE) de que la victoria de Ucrania sobre Rusia está “directamente” vinculada con la libertad de su país, y que en ningún caso Bielorrusia puede convertirse enTijanóvskaya
el “premio de consolación” del presidente ruso, Vladímir Putin.
“Hay una conexión fundamental y directa entre la liberación de Bielorrusia y la victoria de Ucrania, bielorrusos y ucranianos están luchando contra el mismo mal: la tiranía y el imperialismo de Rusia”, recalcó Tijanóvskaya durante una audiencia en el Comité Económico y Social Europeo (CESE).
La líder de la oposición bielorrusa en el exilio aseguró que “nuestra lucha está entrelazada”, y que “la oportunidad de cambios democráticos en Bielorrusia depende también de la victoria de Ucrania, y viceversa”. “Una Bielorrusia democrática será la mejor ayuda para Ucrania y la sanción más fuerte contra Putin”, aseveró.
Tijanóvskaya, amenazada por el régimen del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, y cuyo marido se encuentra en prisión, lamentó que “a veces parece que Bielorrusia es un problema que se resolverá otro día”. “A menudo escucho a los políticos occidentales decir: primero ayudamos a Ucrania y luego nos ocuparemos de Bielorrusia. Y esta es la elección equivocada”, afirmó, al considerar que ello supone que continúe “la tiranía y la inestabilidad en el corazón de Europa”.
“Les advertimos de que Bielorrusia no debe ser el premio de consolación de Putin. Este camino conduce al desastre”, apuntó. Tijanóvskaya consideró “absolutamente esencial” contar con las fuerzas democráticas de su país a la hora de “repensar una estructura de seguridad para Europa” en foros internacionales.
“El camino hacia la libertad y la paz en Europa puede ser largo y difícil. Pero recorramos juntos este camino”, dijo, y pidió que Bielorrusia, cuyas autoridades “ilegítimas” retiraron al país en 2021 de la Asociación Oriental, vuelva a ese foro en el que se relacionan la UE y varias antiguas repúblicas soviéticas al considerarlo “un instrumento crucial para ayudar a nuestro pueblo”.
“Desde siempre sentimos que formamos parte de Europa y vemos que dos países de la Asociación Oriental ya tienen estatutos de candidatos”, agregó, en referencia a Ucrania y Moldavia. Tijanóvskaya recordó que hay cerca de 1.500 presos políticos en su país y que, desde 2021, se han cerrado más de 1.700 oenegés e iniciativas civiles.
Según dijo, las autoridades bielorrusas confiscaron la semana pasada la casa de su familia y “ahora -lamentó- han vuelto a juzgar a mi marido (Serguéi Tijanovski), inventando nuevos cargos que añadir a su condena de 18 años”. “Y esto ha sucedido entre rumores difundidos por la propaganda estatal de que mi marido ha muerto. El régimen está haciendo todo lo posible para doblegarlo y presionarme”, explicó, y aseguró que, “a pesar de todos los intentos, no han logrado destruir nuestra resistencia”.
El mes pasado, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, denunció el inicio de «los juicios por motivos políticos» en Bielorrusia contra Tijanóvskaya y otros tres miembros de su plataforma opositora. Con la apertura de esos procesos, Borrell acusó al régimen de Lukashenko de «abusar aún más del poder judicial con fines políticos» y lamentó que la represión en el país haya alcanzado «un nivel sin precedentes”.
La UE no reconoce la legitimidad de Lukashenko tras las elecciones presidenciales de agosto de 2020, que consideró que ganó de forma fraudulenta, y ha denunciado la represión de manifestantes pacíficos.
