Lisboa,- La policía impidió este jueves los intentos de varios activistas de Greenpeace, que intentaron colocar a pocos metros de donde se celebra en Lisboa la II Conferencia de los Océanos de la ONU unas pancartas en las que pedían la aprobación de un tratado global de los mares.
Cargados con pancartas que intentaron colocar en unos soportes publicitarios, cerca de una decena de activistas llegó a las puertas del recinto Altice Arena, aunque se vio frenada por la policía, que cada día rodea el espacio por motivos de seguridad.
Los carteles que no lograron colgar mostraban los mensajes «Un tratado global de los océanos ahora», «muerto por inactividad política» y «proteger los océanos».
«Los activistas están aquí para protestar pacíficamente contra la falta de acción por parte de los líderes mundiales que están reunidos en Lisboa en la Conferencia de los Océanos», explicó a periodistas la ambientalista Laura Meller.
Defendió que se ha de alcanzar un Tratado Global de los Océanos, que será negociado en la ONU en Nueva York en agosto, que se debe poner «la protección por delante del provecho económico» y crear una red de santuarios marinos que «permita a la vida marina recuperarse».
Con ese acuerdo sobre los mares quieren que se incluya la obligación de alcanzar el 30 % de protección de los mares para 2030, un objetivo ya marcado por la ONU pero que previsiblemente no será alcanzado por varios países.
Meller aseguró que es «chocante» que no les permitan manifestarse ante el Altice Arena cuando los líderes «no están haciendo lo suficiente» y «los verdaderos destructores están fuera agotando el océano».
La II Conferencia de los Océanos dura hasta el 1 de julio y concluirá con la emisión de la llamada Declaración de Lisboa, que, de acuerdo al borrador difundido, reconoce la importancia de proteger los océanos pero no exige objetivos vinculantes.
