Sevilla, (EFE).- El guitarrista flamenco Enrique Fernández Muñoz, conocido como Quique Paredes, ha fallecido hoy en Sevilla, a los 62 años, cuando estaba siendo intervenido de una dolencia cardíaca.
El crítico flamenco de Canal Sur, Manuel Curao, ha confirmado a Efe el fallecimiento del artista, que era hijo del cantaor flamenco ‘El Andaluz’, y discípulo del maestro sevillano Antonio Osuna.
Tras acompañar a distintos artistas, grabó su primer disco en 1987, ‘De ciprés’, y el segundo en 1993, ‘Amanece el día’, hasta que un accidente de tráfico que casi le cuesta la vida le obligó a dejar de tocar porque las lesiones que le provocó le impedían hacerlo con soltura, ya que no podía mover bien el brazo derecho.
Desde entones, se había convertido en representante de artistas del flamenco en distintas vertientes, dejando atrás su etapa acompañando a artistas como Aurora Vargas o José Mercé.
El guitarrista fue sometido hoy a una operación cardiaca programada, pero la intervención se complicó y falleció en la mesa de operaciones.
La noticia ha provocado muchas reacciones en el mundo flamenco, entre ellas la del cantaor Arcángel, que ha lamentado en su cuenta de Twitter que «se nos va un gran compañero y un gran artista, y los que le conocíamos lamentamos su perdida».
Curro de María, por su parte, ha enviado su abrazo «y pésame a la familia de mi amigo Quique Paredes, guitarra flamenca y de un corazón como ninguna», mientras que su compañero Guillermo Cano ha lamentado: «nos ha dejado Quique Paredes, gran persona y guitarrista, con él hice mi primer recital como cantaor en la peña flamenca de Moguer».
La mayoría de las reacciones mostraban sorpresa por la muerte del guitarrista a tan temprana edad, porque además al estar retirado se desconocía que estuviese enfermo y que tuviese que pasar por el quirófano. EFE
