Severo Rivera
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Punta Cana. Juan Luis Guerra y Alejandro Sanz protagonizaron un histórico concierto en el campo de golf del hotel Hard Rock Punta Cana que contó con el apoyo del público, que llenó a su capacidad el área destinada por los organizadores.
Extranjeros y dominicanos elevaron la ocupación hotelera de la zona, mientras otros llegaron en autobuses y en sus propios vehículos, para luego del cierre del concierto, partir a sus lugares de origen.
El show, que inicialmente contemplaba la participación del puertorriqueño, Robi Draco Rosa, que por problemas de salud ocasionados por un cáncer tuvo que cancelar, lo abrió el español Alejandro Sanz, que no acertó la primera parte de su repertorio, al incluir temas que no lo conectaron con la audiencia. La multitud lo aplaudió complacida cuando saludó y dio las gracias por tener la oportunidad de cantar junto a Juan Luis Guerra, quien minutos más tarde lo acompañaría para interpretar a dúo uno de sus conocidos temas.
Alejandro notó que el público estaba frío, bromeó al motivar canciones viejas que eran recibidas con agrado por los asistentes. Si bien su apuesta escénica comenzó lenta, pasadas las nueve de la noche la historia había cambiado porque llegaron las canciones con las que se ganó el mercado hispano. Piano y voz, una adecuada proyección visual adornaron su actuación la noche del sábado, junto a una banda que se lució.
Los problemas por los que atraviesa Venezuela se dejaron sentir en el lugar. Venezolanos llevaron sus pancartas y, en un momento de su concierto, Sanz pidió la paz para ese país, gesto que también hizo Juan Luis Guerra cuando le tocó su turno.
El más aplaudido
Los merengues, bachatas, baladas, son y las salsa de Juan Luis Guerra-4-40 levantaron a los miles que estaban sentados. Eran las 9:30 cuando se escuchó «A pedir tu mano». A partir de ahí, el lugar se convirtió en una especie de discoteca.
Coristas y músicos, así como una proyección visual espectacular fueron los cómplices para el éxito del reencuentro de Juan Luis Guerra con el público.
Su veteranía en la escena le permitió jugar con el público, así, los que estaban apagados se despertaron, los que ya se encontraban en los brazos del Dios Baco no pararon de gozar. Juan Luis combinó acertadamente su repertorio. Temas que lo catapultaron nacional e internacionalmente, así como los de sus más recientes propuestas le dieron brillo y lo colocaron como el más aplaudido de la jornada.
Sanz subió a escena para interpretar una bachata a dúo. Tuvo una excelente recepción, y cuando terminó, Guerra lo definió como el «compositor más grande» de una generación en habla hispana.
Otro segmento de la presencia de Guerra que gustó fue el dedicado a Robi Draco, en el que el dominicano lo acompaña teniendo como soporte el videoclip de la canción «Esto es vida», que grabaron a dúo.
El concierto, sin duda fue un lujo y tuvo como patrocinador a la telefónica Claro.
Por dentro
Los organizadores deben replantearse el precio a que expenden las bebidas alcohólicas, así como los refrescos y comida. Durante todo el concierto se escuchaban los comentarios de los asistentes, por los abusivos precios. Por ejemplo, tres tragos de vodka costaron RD$1,800, mientras que una lata de cerveza era comercializada entre RD$300 y RD$200. El trago de ron costaba RD$400.00
Otro punto negativo fue la falta de los baños requeridos para el lugar, pues los organizadores estimaron la asistencia en unas diez mil personas.
De nuevo, el personal de seguridad le puso trabas a la prensa para que pudiera desarrollar su trabajo en lo relativo a la cobertura gráfica.