Madrid, l (EFE).- El cantautor brasileño Caetano Veloso ha convencido con su característica mezcla de tropicanismo y rock en el concierto que ha ofrecido dentro del programa de Los Veranos de la Villa, única actuación que ofrecerá en España dentro de su gira europea.
El compositor, cantante y guitarrista salió al escenario Puerta del Ángel junto con de tres jóvenes músicos -ninguno supera la treintena- que le acompañan en este tour de presentación de su último disco de estudio -y número 41 de su discografía-, «Zii e zie» (2009).
Veloso combinó algunos de sus temas más recientes con varios éxitos de su dilatada carrera, un repaso que le permitió mezclar la música popular brasileña y el rock, un estilo que el artista de Bahía cultivó en su anterior álbum, «Cê» (2006), y que no ha desaparecido en el último.
Con «Tem que ser viola» comenzó la actuación un Caetano Veloso que estaba poco comunicativo y que enlazó un tema con otro evitando comentarios de transición -excepto para presentar a su banda y para agradecer dos de las piezas-.
Este maestro del tropicalismo -movimiento que revolucionó la música tradicional brasileña y que originó junto a Gilberto Gil, Gal Costa y Maria Bethania-, tocó algunos de los temas de su «Zii e zie», como «Sem cais», «Perdeu», «Por quem?» o «Lobao tem razao».
Combinó estas novedades con el clásico en inglés «Maria Bethânia».
«Esta canción la escribí y grabé en Londres en 1971 como una carta a mi hermana, yo estaba exiliado y era como una llamada de socorro. Ahora la dedicamos a la memoria del gran hombre del teatro brasileño, Augusto Boal», dijo en su primera apelación al público.
El maestro también regaló a los espectadores un tema en español, una original versión del tango «Volver», que hizo famoso Carlos Gardel. Con su interpretación arrancó «bravos» del público, entre el que se encontraba el director Pedro Almodóvar, los actores Javier Cámara y María Pujalte, y la escritora Elvira Lindo.
Veloso, que no olvidó temas como «Irene», «Água» o «Nao identificado», cogió su guitarra y se quedó solo sobre el escenario para cantar el único tema acústico de la noche, el famoso «Desde que o samba é samba».
El polifacético artista, que acompaña su voz con la gesticulación de sus manos en todas las canciones que interpreta, volvió a contar con Pedro Sá -guitarra-, Marcelo Callado -batería- y Ricardo Dias Gómez -bajo y teclado- para continuar.
Regresó al último disco para tocar «Tarado ni você», «Lapa», «A cor amarela» o «A base de Guantánamo», contundente alegato en el que repite «el hecho de que los estadounidenses no respeten los derechos humanos en suelo cubano es demasiado fuerte simbólicamente para que yo no me estremezca».
Para los bises, el artista, que cumplirá 68 años en agosto, reservaba «Menino do ria» -«Viva Roberto Carlos», gritó al acabar-, la reciente «Falso leblon», la coreada «A luz de tieta» y «Manjar de reis», con la que se despidió del público en la que será su única parada en España dentro de su gira europea, que continúa en Italia, Portugal y Finlandia
