Barcelona, (EFE).- Ha sonado la campana, o la guitarra eléctrica en este caso, para el grupo de happy punk de Vilafranca del Penedès (Barcelona), 1up, ya que en un mundo tan complicado como el del mercado musical español, que acumula pérdidas año tras año, han encontrado agente musical.
Producciones Level23 selecciona, a través de portales de internet como Musicaclick, a grupos emergentes y les propone un plan de mercadotecnia para llevarlos al gran público… o hasta donde se pueda.
«La cosa ha pasado de caminar con palos en las ruedas a ver luz en el horizonte», explica el líder del grupo 1up, Macario.
«Antes era mucho más difícil: teníamos que buscarnos la vida alquilando salas junto a otros grupos, enviando e-mails a mansalva y usando redes sociales como Facebook, Myspace y Twitter», añade el cantante.
Salir del Myspace no es ninguna novedad fuera de España, los cantantes ingleses Jamie T o Lily Allen ya allanaron el terreno antes.
Pero sí lo es que una productora musical española dedique su tiempo a buscar futuras promesas en la red. Como hace la figura del promotor en EUA, que busca a los grupos más visitados en Myspace y apuesta por ellos.
«Es innovador porque realizamos el camino inverso y no apostamos a ciegas, creamos esa ‘seguridad’ con campañas promocionales en internet para estudiar la viabilidad del proyecto», explica el socio fundador de Level23, Ignasi Borràs. «Buscamos el talento desde cero y creamos esa aceptación», añade.
La palabra clave es bajo coste, pero en inglés, que suena mejor: «low cost». Grupos y productoras aseguran que el futuro de los músicos autoeditados pasa por la «promoción low cost», a través de las redes sociales que ofrece internet ya que es así como «grupos ‘amateurs’ demuestran su aceptación», dice Borràs.
Es el caso del cantante andaluz Melo Bakale que saboreó el éxito con un primer disco editado por una de las ‘majors’, Emi Music Spain.
Level 23 le hizo campañas de mercadotecnia y hoy presenta un nuevo proyecto, «Juego a mirarte», con promoción en medios convencionales.
1up espera correr la misma suerte. Después del éxito en la red, Producciones Level23 les han planteado grabar un disco, un videoclip y promocionarles en radios y revistas.
Unos y otros coinciden en algo evidente: el mercado discográfico está «realmente mal». Según cuenta Borràs: «La piratería es un hecho, no se venden discos y todo gira en torno a los conciertos y el merchandising. Pero el talento y la música nunca morirán», sentencia el fundador de Level 23.
«Vivimos una especie de dictadura musical, en la que se reparten el pastel unos pocos -tanto sellos discográficos como músicos- que nos han metido al resto en un agujero negro», añade el cantante.
Madonna en eso es una enterada ya que fue la reina del pop la que probablemente dio un giro en el mercado al cambiar su compañía de años, Warner Music, por la promotora de conciertos Live Nation Inc.
Con tanto futuro prometedor, esperemos que a estos chicos no les pase como a otros artistas surgidos de la red, como Lily Allen, a quien tanto estrellato no le sentó bien y después de aparecer borracha en distintos festivales de su país, ahora afirma, a sus 24 años, «querer retirarse al campo para vivir una vida tranquila». EFE
