SEVERO RIVERA. La jueza Aura Celeste Fernández es un «pelo» en el «Sancocho» de la Junta Central Electoral. Lo ha sido desde que se integró el organismo en el que cada parcela política asumió su cuota para representar sus intereses.
Desde ese momento Aura Celeste Fernández, -a quien nunca he tratado y dudo que me conozca-comenzó a «hacerle» la vida imposible a los «honorables» que integran el tribunal electoral. Sus reclamos la llevaron en esa ocasión a ocupar la agenda de noticias del país político. Hoy, tenemos un nuevo capítulo de los reclamos justos que hace la abogada. Pide transparencia en la administración de los millonarios recursos que maneja la Junta Central Electoral, y muy especialmente el abogado Roberto Rosario-una persona vinculada políticamente al Partido de la Liberación Dominicana-, quien es el presidente de la Cámara Administrativa.
Lo que pide Aura Celeste es transparencia. Rosario no debe enojarse y mostrarse como un «León» ante los medios de comunicación. Si de algo adolece la caricatura de la democracia dominicana es precisamente faltas graves en cuanto a la claridad con que se manejan los recursos públicos.
Se ha hecho un bulto extraordinario para tratar de restarle calidad a la petición de Aura Celeste. Lo que más le conviene al que administra el dinero ajeno es precisamente claridad, en especial si se trata de gente que quiere adecentar el manejo de la cosa pública.
Ni Roberto Rosario, ni nadie puede irritarse porque se le pida cuenta. El que asume una función pública está expuesto a eso y a muchas otras cosas. No quieran caerle encima, presentarla como un ente de discordia.