Por Elvira Taveras
Actriz, directora teatral
Santo Domingo. La actriz envío un correo electrónico en el que denuncia le fue robada su cartera mientras asistía a un acto en el puerto Sans Soucí en el que le embajada de México en el país conmemoraba un aniversario de la Independencia de su país. En su comunicación denuncia la impotencia que sintió ella, la también actriz Yamilé Scheker y otras mujeres que también fueron víctima del robo.
Texto de la carta: Ayer, en la celebración de la Independencia de México, empecé a sentirme esclava…
Yo, que suelo ser una mujer feliz y que pertenezco al grupo de los optimistas recalcitrantes, asistí anoche a la recepción que ofreció la Embajada Mexicana para conmemorar un aniversario más de su Independencia Nacional, en las instalaciones de la terminal turística del puerto Sans Soucí, y estuvo encabezado por el embajador mexicano y al que asistieron personalidades de los distintos sectores de la sociedad: religiosos, diplomáticos, militares, políticos, empresarios y miembros de la comunidad mexicana residente en el país.
Las notas de los himnos dominicano y de México, dieron inicio formal a la celebración de los 203 años de Independencia, cuando un 15 de septiembre del 1810 el Cura Miguel Hidalgo dio el Grito de Dolores.
No bien hubo terminado su discurso el señor embajador, yo también di una especie de «grito» cuando noté que, de mi cartera (colgada en mi hombro), había sido sustraído mi celular y un sobre con dinero y el seguro de mi vehículo.
La cosa fue empeorando cuando mi colega y amiga Yamilé Scheker confirmó que a ella también le habían sustraído el suyo, procediendo ambas a hacérselo saber a la «seguridad» contratada por el evento y a unos cuantos policías que parecían prestar servicio allí. Fue horrible y casi risible ver a aquellos hombres sin saber qué hacer, sin poder darnos ninguna respuesta, preguntándonos si no vimos a quienes nos robaron…qué p…!!
Pasada media hora, vimos a otra señora (extranjera) quejarse por lo mismo, por lo que es posible que otras personas también fueran víctimas de los ladrones presentes en aquel lugar.
Qué pena que una actividad hermosa y significativa, a la que asistimos con el ánimo de celebrar junto a nuestros hermanos mexicanos, se viera empañada por la delincuencia común.
Quisiera no empezar a sentirme insegura; que cierta paranoia se apodere de mi. Quiero salir, divertirme y compartir con mis familiares y amistades en lugares que considere «seguros».
En ese tenor, me pregunto: cuál es la función del personal de «seguridad» que se contrata para este tipo de actividad? Qué servicios le facturaran los de «seguridad» a la Embajada Mexicana? Qué lamentable!
Quise compartir esto con ustedes, no se porqué, quizás por simple catarsis…
Un abrazo
