Redacción deportes (EFE).- Julio Urías, el lanzador mexicano, enfrenta un periodo de 36 meses de libertad condicional tras llegar a un acuerdo con la Oficina del Fiscal de Los Ángeles, Estados Unidos. Este acuerdo implica un cargo menor de agresión doméstica, que ha generado repercusiones significativas en su trayectoria deportiva y personal.
Acuerdo con la fiscalía: Un respiro para Urías
El acuerdo logrado con la Fiscalía de Los Ángeles implicó la retirada de cuatro de los cinco cargos presentados contra Urías, incluyendo agresión doméstica y encarcelamiento ilegal. A cambio, se impuso una condena de 36 meses de libertad condicional, 30 días de trabajo comunitario, y la obligación de realizar un curso de asesoramiento sobre violencia doméstica durante 52 semanas.
Antecedentes: Un historial problemático
Urías no es ajeno a situaciones legales previas. En septiembre del año pasado, fue detenido por cargos similares, lo que resultó en una noche en prisión y una fianza de 50.000 dólares. En 2019, enfrentó otra acusación de violencia, aunque esta vez el caso fue desestimado por los fiscales.
Impacto en su carrera deportiva
A pesar de sus logros en la MLB, incluyendo una Serie Mundial en 2020 y lideratos en victorias y efectividad en años recientes, las oportunidades de Urías en el béisbol estadounidense se ven comprometidas. El caso de su excompañero Trevor Bauer, exonerado pero sin poder regresar a las Grandes Ligas, sirve como ejemplo de las dificultades que enfrenta.
Perspectivas futuras
Urías enfrenta un escenario complejo. Aunque su talento deportivo es indiscutible, los incidentes legales han dejado una sombra sobre su carrera. Su retorno al béisbol estadounidense parece improbable en el corto plazo, especialmente considerando las circunstancias actuales en el deporte y la sociedad en general.