Los tres partidos de la National Football League que se realizaron fueron Kansas City Chiefs-Las Vegas Raiders, Philadelphia Eagles-New York Giants y San Francisco 49ers-Baltimore Ravens.
De estos juegos destacó en el que los Raiders vencieron de forma sorpresiva 20-14 a los campeones Chiefs, con una media de 29.6 millones de espectadores, lo que lo convirtió en el partido de la NFL más visto en Navidad desde la temporada 1989.
El choque entre Philadelphia y New York consiguió un promedio de 29 millones, y el de los gambusinos ante Ravens registró una media de 27.6 millones.
La audiencia promedio de 28.7 millones de espectadores estuvo muy por encima de la jornada de cinco partidos de la NBA que tuvo en el Celtics-Lakers, su duelo más atractivo con un máximo de 5 millones de vistas, que representó una caída del 18 por ciento respecto al Bucks-Celtics del 2022, que tuvo 6.08 millones de espectadores.
En el resto de los juegos programados ese día por la National Basketball Association, los números también fueron a la baja.
Warriors-Nuggets alcanzó 4.1 millones de espectadores, el choque entre Bucks y Knicks sumó 2.49 millones, 39 por ciento menos que Sixers-Knicks del 25 de diciembre del año pasado.
El Mavericks-Suns llegó a un máximo de 1.37 millones, un bajón del 42 por ciento en referencia al Suns-Nuggets de la temporada anterior.
Misma tendencia descendente se observó en el Sixers-Heat, con 1.3 millones de espectadores, 73 por ciento menos que el partido que disputaron en el mismo horario Grizzlies y Warrior en el 2022, la baja más significativa entre los partidos de la jornada navideña del lunes anterior.