Jake Sullivan, que aterrizó en la ciudad israelí de Tel Aviv, tiene también previsto reunirse con el presidente de Israel, Isaac Herzog, y con miembros del gabinete de guerra como el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
A su llegada, Sullivan se reunió en Tel Aviv con el consejero de Seguridad Nacional israelí, Tzachi Hanegbi, informó la Embajada de Estados Unidos en el país.
El viaje se produce después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmara que Israel está perdiendo apoyos por sus bombardeos en la Franja, con miles de víctimas civiles, y le recomendara a Netanyahu que cambie de Gobierno, del que forman parte partidos ultaderechistas contrarios al diálogo con los palestinos y la solución de dos Estados.
Netanyahu ha reconocido que «hay desacuerdo» con Estados Unidos, su principal aliado, sobre «el día después de Hamás» en la Franja palestina de Gaza.
Israel rechaza la propuesta de Estados Unidos para que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna partes reducidas de Cisjordania ocupada, tome tras la guerra el control de Gaza, ahora en manos del grupo islamista Hamás.
Biden ha mostrado desde el principio su apoyo inquebrantable a Israel para eliminar a Hamás y se opone a un alto el fuego, porque considera que sería utilizado por el grupo islamista para rearmarse y atacar de nuevo.
La Asamblea General de la ONU adoptó el martes por amplia mayoría una resolución por un alto el fuego humanitario en la Franja, días después de que Estados Unidos vetara una propuesta de resolución del Consejo de Seguridad en el mismo sentido.
La Liga Árabe y la Organización para la Cooperación Islámica consideran que esto refleja «el evidente aislamiento de Israel» frente al mundo.
El pasado 7 de octubre Hamás lanzó un ataque contra Israel que provocó más de 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados que fueron llevados a Gaza.
Israel declaró el estado de guerra y comenzó una operación militar por aire, tierra y mar en el enclave palestino, donde ya suman más de 18.600 los muertos y cerca de 50.600 heridos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.