Dubái, (EFE).- Portugal aportará cinco millones de euros al fondo de pérdidas y daños aprobado en la cumbre del clima de Dubái para ayudar a los países vulnerables a hacer frente al cambio climático y reiteró que quiere ir más allá del Acuerdo de París y alcanzar la neutralidad carbónica en 2045.
El primer ministro luso, António Costa, avanzó la aportación de Portugal al nuevo fondo en su discurso en la COP28 de Dubái, en el que insistió en que el país luso está determinado a contribuir a la cooperación climática.
«La inversión en políticas sostenibles tiene un coste financiero significativo y desproporcionado para los países en desarrollo. Por esa razón, Portugal va a invertir a lo largo de esta década más de 68 millones de euros en la cooperación internacional para el clima», señaló.
En ese marco, Portugal firmó con Cabo Verde y Santo Tomé y Príncipe, dos de sus antiguas colonias, un acuerdo para convertir 15,5 millones de euros de deuda en financiación para los fondos climáticos de ambos países en los dos próximos años.
Costa confió en que en 2025 podrán hacer una «evaluación positiva» de esta medida y extenderla a la totalidad de la deuda de esos países, y recordó que este año Portugal también cuadruplicó su contribución al Fondo Verde del Clima.
«Demandamos acción inmediata para evitar la catástrofe», reforzó el primer ministro portugués, que enumeró varios objetivos y logros alcanzados por Portugal.
El país luso ya había comunicado su intención de ir más allá de París y alcanzar la neutralidad carbónica en 2045, y acelerará la transición para multiplicar «más de dos veces y media» la capacidad instalada de las renovables de aquí a 2030, cuando espera que las energías verdes cubran el 85 % del consumo eléctrico.
Portugal anticipó igualmente a 2026 la meta de clasificar como protegidas el 30 % de sus áreas marinas.
Costa destacó que el cambio climático es también una oportunidad de inversión y para crear empleos.
Portugal tiene previstas inversiones de este tipo de 85.000 millones de euros en las próximas dos décadas, cerca de un 35 % del PIB nacional, en sectores como la energía solar, eólica offshore, el hidrógeno verde y otros gases renovables, biocombustibles, litio y movilidad eléctrica.
«Invertir la trayectoria que llevará a nuestro planeta a la ruptura exige una acción más rápida, más concreta y más ambiciosa», pidió.
