Redacción Deportes,(EFE).- Lamar Jackson, quarterback de los Baltimore Ravens, ha colocado a su equipo como sombra de los campeones Kansas City Chiefs para pugnar por la supremacía de la Conferencia Americana (AFC) hasta la semana 9 de la temporada 2023 de la NFL.
El Jugador Más Valioso de la campaña 2019 está de vuelta y en pie de guerra. Tiene a su franquicia como líder de la división Norte de la AFC con marca de siete ganados y dos perdidos, la misma que presumen los Chiefs en la cima del Oeste.
No es el mismo Lamar que en 2019 y 2020 superó las 1.000 yardas por tierra en cada una de esas campañas, pero hoy presume otras cualidades.
En el presente, al nacido en Pompano Beach, Florida, se le nota más maduro a sus 26 años, sin las precipitaciones que lo hicieron sufrir 13 intercepciones en la temporada 2021. No se espera menos de un mariscal de campo que acaba de firmar un contrato de 260 millones de dólares por cinco años.
Así lo dicen sus exhibiciones en los triunfos de Ravens contra equipos poderosos de la Conferencia Nacional como los Detroit Lions, a los que superaron 38-6 en la semana 7, y los Seattle Seahawks, a los que también aplastaron 37-3 el domingo pasado.
En la presente campaña Lamar suma 1.954 yardas por aire y nueve anotaciones, por sólo tres intercepciones. Por tierra acumula 440 yardas y cinco touchdowns.
Por desgracia en el calendario de la temporada regular que resta por jugar no habrá oportunidad de medir a Baltimore ante Kansas City, y su hombre insignia, Patrick Mahomes.
Ese choque, si se da, tendrá que esperar a los playoffs porque según lo visto en nueve semanas los Chiefs no aflojarán y se mantendrán como favoritos por encima de Dolphins o Bills, para representar a la AFC en el Super Bowl LVIII.
El equipo del entrenador Andy Reid volvió a demostrarlo el domingo pasado con su victoria de 21-14 sobre Miami Dolphins con todo y su poderosa ofensiva que es la mejor de la liga.
En la Conferencia Nacional (NFC) los Philadelphia Eagles no dejan dudas sobre quién es el equipo dominante. Caminan con ocho partidos ganados y uno perdido, la mejor marca de la NFL, y, por supuesto, de la NFC, en la que no hay quién les haga sombra en el Este.
El trabajo realizado por el entrenador Nick Sirianni no ha permitido que su equipo tenga grietas a pesar de los cambios que sufrió en sus coordinaciones de ofensiva y defensiva para esta campaña.
En segunda línea ni San Francisco 49ers, Dallas Cowboys o Seattle Seahawks aparecen como claros contendientes para disputar el título a Philadelphia.
Habrá que ver si el equipo sensación, los Detroit Lions, primero en la división Norte con récord de 6-2, el segundo mejor récord de la NFC, alcanza a arruinar el vuelo de Eagles.
