Quito, (EFE).- Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador durante mandato presidencial de Rafael Correa (2007-2017), anunció este sábado que teme una nueva campaña de calumnias, tras los rumores en medios ecuatorianos de una nueva acusación por parte de una exasesora suya por un presunto acoso.
Glas, que pasó cinco años en la cárcel hasta noviembre pasado por dos condenas de corrupción, una de ellas de asociación ilícita en la polémica trama de la constructora brasileña Odebrecht, aseguró en un comunicado que ha presentado una demanda por extorsión en contra de su exasesora.
«Una vez más se ha iniciado otra campaña de infamias y calumnias en mi contra, por lo que me veo obligado a enfrentar acusaciones infundadas de las que estoy siendo víctima con el único objetivo de mancillar mi honra y reputación», indicó Glas en un comunicado difundido en redes sociales.
Reiteró que esta aparente campaña se ha presentado como una venganza ante la «denuncia por extorsión» contra su exasesora.
Según el exvicepresidente, la campaña en su contra ha difundido infamias a través de la red Whatsapp, versiones que a su vez han sido recogida por varios medios del país.
«Mis abogados seguirán todos los trámites necesarios para abordar este asunto de manera adecuada y justa», añadió Glas en su comunicado y agradeció el apoyo recibido por sus simpatizantes a través e las redes sociales.
En un audio difundido en la red X (antes Twitter), atribuido a la exasesora, se escucha un diálogo entre ella y Glas, en la que la mujer increpa al exvicepresidente y le amenaza con denuncias del presunto acoso.
Padilla, según esas fuentes, realizaba visitas periódicas a Glas cuando éste estaba en prisión, donde él le habría insinuado presuntamente en varias ocasiones la posibilidad de mantener una relación más cercana, a lo que ella se habría opuesto.
Glas también afronta otra acusación fiscal por presunta malversación de fondos públicos para la reconstrucción de la provincia costera de Manabí, asolada en abril de 2016 por un terremoto.
También la vecina provincia de Esmeraldas estuvo entre las zonas más afectadas por el potente terremoto de magnitud 7,8 que dejó más de 670 fallecidos, miles de afectados, así como millonarias pérdidas materiales.
«Ahora me están acusando de reconstruir Manabí. Tengo una larga lucha por delante. Seguiré luchando por el derecho a la honra y el buen nombre, por mi familia», apuntó Glas semanas atrás sobre la acusación en torno a ese proceso.
Glas, que fue vicepresidente de Correa entre 2013 y 2017, se considera un perseguido político y víctima de «lawfare», uso de procesos legales para afectar a políticos o cargos públicos en un país.