«No hay ni la menor duda de que este ataque estaba planeado (…) y se llevó a cabo a instancias y en estrecha coordinación con la inteligencia británica y estadounidense», afirmó la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
Según la diplomática, en los preparativos participaron «los servicios de inteligencia occidental, los satélites de la OTAN y aviones espías» de estos países.
«El objetivo evidente de estos atentados terroristas era desviar la atención del fracaso de la contraofensiva del Ejército ucraniano y amedrentar a la gente, generar pánico en nuestra sociedad», denunció, al expresar su convicción de que no lograrán sus propósitos.
El ataque se llevó a cabo el viernes de la semana pasada con misiles de fabricación británica StormShadow y dañó el edificio histórico del cuartel general de la dependencia castrense.
Rusia informó en un principio de daños a la sede y de «un soldado muerto», que después dio por desaparecido.
Ucrania, por su parte, declaró que habían muerto 34 militares rusos, incluyendo al comandante de la Flota del Mar Negro, el almirante Víctor Sokolov, como consecuencia del ataque.
El Ministerio de Defensa ruso, que no desmintió de inicio la muerte del almirante, publicó este martes y miércoles vídeos en los que aparece, primero en una reunión de la plana mayor del Ejército ruso y luego en una entrevista.
